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Crisis en el Arsenal. ¿Quién podrá parar el fracaso?

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El inicio de campaña del Arsenal está siendo una calamidad. Los resultados del equipo están siendo tan malos que su entrenador, el español Unai Emery, fue cesado de su puesto antes de llegar a las navidades. Emery no consiguió enderezar la marcha de un equipo que, desde los últimos años de Arsène Wenger en el banquillo gunner, ya daba claras muestras de necesitar reinventarse.

El sustituto de Emery en el banquillo londinense es Fredrik Ljungberg un exjugador que formó parte del Arsenal de los invencibles, un equipo que dejó huella en Inglaterra. Sin embargo, el paso de Ljungberg por el banquillo cañonero parece circunstancial. El nombre que ha sonado con más fuerza en los últimos días es el de Marcelino García Toral, aunque su fútbol es bastante diferente al habitual del Arsenal. También han sonado Arteta, segundo de Guardiola en el City, y los técnicos del Wolverhampton, Nuno, y del Niza, Vieira.

La crisis gunner

El Arsenal es uno de los equipos punteros de Inglaterra. Su influencia en las Islas es similar a la que pueda tener el Atlético de Madrid en España: un equipo potente, con una gran masa social y, siempre, con la aspiración de lograr títulos, aunque sin la obligación de conseguirlos o, al menos, no todos los años, pero sí cada cierto tiempo.

El problema que vive ahora el equipo no es solo su falta de cuajo y sus pobres resultados –a pesar de haber sido finalistas de la Europa League el año pasado-, sino que está viendo cómo otros clubes le están adelantando por la derecha. Equipos como, por ejemplo, el Liverpool, un histórico que había perdido pujanza en la Premier League, o el Manchester City, que ha crecido muchísimo en la última década a base de talonario, han abierto un gran hueco con respecto al Arsenal. También han superado al equipo de Londres otros clubes que llevaban años de ostracismo, como pueda ser el caso del Tottenham.

La demostración más plausible de la perdida de potencial y entidad del Arsenal es que se ha convertido en un equipo vendedor al que le cuesta firmar jugadores de primer nivel que prefieren marcharse a otros destinos con mayor poderío deportivo. El último caso de jugador determinante que se marchó del equipo de Londres lo tenemos en la salida de Alexis Sánchez, que, aunque ha bajado enormemente su rendimiento, se marchó de los gunners siendo una de las estrellas más importantes del campeonato.

Hablamos de un equipo con seguidores en todas partes del mundo: en España, en China, en México… Esta crisis puede pasarle factura, ya que no hay mejor fórmula para atraer seguidores que conseguir resultados y lograr victorias, algo que este Arsenal no está consiguiendo.

El equipo empezó el curso muy bien, con dos victorias en sus dos primeros partidos, pero después tropezó ante Liverpool y Tottenham y, desde entonces, no ha vuelto a ser consistente. Sus cifras de goles anotados y de goles encajados son mediocres. Es por eso que andan perdidos en la novena posición de la tabla a 7 puntos de la cuarta plaza que ocupa el Chelsea y que da acceso a la Champions League. Y eso que el gabonés Aubameyang está viendo puerta con facilidad; con 11 tantos, el tercer mejor goleador de la competición.