La historia de uno de los clubes más laureados de Guatemala se encuentra actualmente al borde de un abismo deportivo: Comunicaciones está en zona de descenso, una posición totalmente impensada para un equipo de su tamaño y tradición.
Una crisis profunda
En el curso del Torneo Apertura 2025, los Cremas únicamente han logrado tres victorias en 16 partidos disputados, cifra que los coloca como el equipo con menos triunfos de toda la Liga Nacional.
Esa pobre campaña deportiva ya los deja muy comprometidos, pero lo que agrava aún más la situación no es sólo lo que sucede en la cancha…
La sanción “invisible” que puede marcar su destino
La Liga Nacional ha confirmado que Comunicaciones aún no cumple con el requisito de utilizar el mínimo de minutos disponibles para jugadores Sub-20. Hasta el momento, el club ha acumulado apenas 708 minutos de los Sub-20, quedándose muy lejos de los 1 250 minutos exigidos.
Restan apenas 542 minutos para completar el umbral reglamentario, con seis jornadas por disputarse.
¿Qué pasa si no lo cumplen?
Si Comunicaciones no cubre la diferencia de minutos exigidos, la sanción estipulada incluye la quita de puntos y una multa económica. Y todo esto en un momento en que el equipo ya está al borde de la zona roja.
Si hoy terminara el campeonato, el descenso sería una realidad para el club, lo que sería la primera vez que Comunicaciones baja a la Primera División en su historia.
¿Por qué es tan grave para Comunicaciones?
• Su rica historia y palmarés los hacen ver como un “favorito eterno”, pero esta vez los números los están traicionando.
• Están siendo superados incluso en lo que atañe al reglamento juvenil: cumplir con la cuota de Sub-20 ya no es un detalle, es cuestión de supervivencia.
• Al estar tan cerca del final de torneo, cualquier error administrativo o reglamentario que antes quizá parecía menor ahora se convierte en un riesgo absoluto.
En conclusión
Comunicaciones ya no sólo batalla en el terreno de juego: lucha contra el reloj reglamentario. Una sanción por minutos no cubiertos de Sub-20 podría definir su destino para la temporada y marcar un hito negativo en su centenaria historia.
Este es un ejemplo de que en el fútbol profesional —más allá de goles, tácticas y afición— también influyen las normas de la competición. Y a veces, las sanciones administrativas pesan tanto como un gol en contra.

