Este domingo los equipos de Arsenal y Manchester City firmaron el empate por 1-1 en un duelo intenso, áspero y cargado de emoción hasta los minutos finales.
El conjunto de Pep Guardiola golpeó primero con la contundencia de Erling Haaland, pero los dirigidos por Mikel Arteta reaccionaron sobre el cierre gracias a la inspiración de Gabriel Martinelli, que evitó la derrota ante su público en el Emirates Stadium.
El City abrió el marcador muy temprano. Apenas al minuto 9, Tijjani Reijnders condujo un contraataque fulminante y filtró un pase al corazón del área que encontró a Haaland. El noruego, con sangre fría, definió de derecha para vencer a David Raya y poner el 0-1. A partir de ahí, los visitantes supieron incomodar con su presión y la movilidad de Jérémy Doku y Bernardo Silva, aunque no lograron ampliar la ventaja.
Arsenal tardó en reaccionar, pero encontró caminos por las bandas. Noni Madueke, Gyökeres y Trossard lo intentaron, aunque sin puntería. La primera mitad terminó con un City más práctico y con la sensación de tener el control del partido.
En el complemento, Arteta movió sus piezas: Eberechi Eze y Bukayo Saka dieron frescura al ataque, mientras que Martinelli esperó su momento desde el banquillo. El City, por su parte, comenzó a replegar líneas tras la salida de Haaland en el 76’, buscando sostener el marcador.
La recta final fue un asedio “gunner”. Los locales encadenaron corners y remates, mientras la tensión crecía en cada falta y en cada decisión del árbitro. Gianluigi Donnarumma, portero del City, vio tarjeta amarilla por pérdida de tiempo, síntoma de la presión que soportaba su equipo.
Finalmente, la resistencia visitante se rompió en el minuto 93. Eberechi Eze encontró un pase en profundidad que dejó a Martinelli en posición de rematar dentro del área. El brasileño no falló: disparó con la derecha al palo más lejano para decretar el 1-1 y desatar la euforia en el Emirates.
El empate deja a Arsenal en el quinto puesto con un punto que sabe a premio por cómo se desarrolló el partido, mientras que el City se lamenta por haber dejado escapar la victoria en los últimos segundos. El duelo confirmó, una vez más, la rivalidad creciente entre dos equipos que no se guardan nada cuando se enfrentan.
