De promesa frágil a figura imparable: la metamorfosis de Ousmane Dembélé bajo Luis Enrique.
Dembélé es hoy uno de los nombres más temidos del fútbol europeo. Su presente en el Paris Saint-Germain contrasta radicalmente con aquel joven de 20 años que llegó al Barcelona cargado de talento pero sin la disciplina necesaria para triunfar. Entre lesiones, dudas y autocrítica, el francés pasó de ser un proyecto incompleto a convertirse en pieza clave de un PSG histórico, que conquistó el triplete continental y lo colocó entre los favoritos al Balón de Oro.
Confesiones de un antes y un después
En declaraciones recientes, Dembélé no escondió lo que fue su llegada al Barça:
“Llegué con solo un año y medio como profesional, nunca iba al gimnasio, saltaba directamente al campo con mucha energía y un poco de talento… Las lesiones me hicieron comprender que tenía que trabajar, fortalecerme, comer y dormir bien”.
A pesar de los tropiezos, asegura estar agradecido:
“Estoy contento con todo lo que me pasó en el Barça, porque crecí como persona, tanto dentro como fuera del campo”.
De números grises a cifras de crack mundial
La evolución de Dembélé se entiende mejor con las estadísticas en la mano:
Etapa - Partidos - Goles - Asistencias
Barcelona (6 temporadas) 185 - 40 - 43
PSG (2024-25) 49 - 33 - 15
En una sola temporada en París anotó casi lo mismo que en seis años en Barcelona.
• Fue máximo goleador de la Ligue 1 con 21 tantos, compartido con Mason Greenwood.
• En Champions rompió récords: 8 goles y 6 asistencias en una sola edición, con 14 contribuciones directas, inéditas para un jugador del PSG.
• Promedió un gol cada 81 minutos en la recta decisiva de la temporada.
Un PSG de ensueño, un Dembélé imparable
• PSG conquistó por primera vez la Champions League, coronándose con una goleada 5-0 sobre el Inter en la final, donde Dembélé repartió 2 asistencias.
• Sumó además la Ligue 1, la Copa de Francia y el Trophée des Champions, completando un triplete histórico.
• En lo individual, fue elegido:
• Mejor jugador de la Ligue 1 (UNFP)
• Jugador de la temporada en la Champions (UEFA)
• Incluido en el Equipo del Año en ambas competiciones.
Conclusión: la reinvención de un talento
La historia de Dembélé es la prueba de que el talento sin disciplina se queda corto, pero también de que el trabajo, la autocrítica y el entorno adecuado pueden transformar una carrera. Dejó atrás las dudas, las lesiones y la etiqueta de “jugador frágil” para convertirse en el líder ofensivo de un PSG campeón de Europa y, quizá, en el próximo Balón de Oro.