La FIFA anunció que desde ahora están prohibidos los traspasos de jugadores entre clubes que formen parte del mismo grupo empresarial, medida que cambiará la concepción del mercado de pases.
La casa madre de la pelota, presidida por el suizo Gianni Infantino, persigue tres metas: evitar la acumulación de jugadores en una misma estructura corporativa, fomentar contratos a largo plazo y garantizar una mayor estabilidad laboral a los futbolistas. Además, intentará impedir que instituciones del mismo dueño utilicen su relación para realizar transferencias que les otorguen ventajas deportivas o beneficios competitivos.
La nueva normativa se complementa con el artículo 10 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores, el cual limita en seis la cantidad de profesionales que una entidad puede ceder y recibir cada temporada.
Eagle Football Club es un claro ejemplo. El grupo liderado por el estadounidense John Textor cedió sin coste al argentino Thiago Almada de Botafogo a Olympique de Lyon, dos entidades de su propiedad. Además, el conjunto brasileño recaudó 64 millones de dólares con las ventas de sus figuras Luiz Henrique, Igor Jesús y Jair Cunha, pero el dinero fue desviado a la institución francesa, ahogada en una profunda crisis financiera.
Recientemente, Crystal Palace, parte del Eagle Football Group y ganador de la Community Shield, fue descalificado de la Europa League por compartir la propiedad con Olympique de Lyon.
City Football Group, Grupo Pachuca y Red Bull son otros gigantes perjudicados por la nueva jurisdicción, que cambiará el mercado de pases en el mundo.
Fuente: TyC Sports