El legendario técnico francés, Arsene Wenger, exentrenador del Arsenal y actual director de desarrollo de la FIFA, comparó la formación de un futbolista con la construcción de una casa.
“Tú construyes un jugador como construyes una casa. La base del jugador es la técnica. Se adquiere entre los 7 y los 14 años. Si no tienes habilidad técnica a los 14, olvídalo, nunca serás futbolista”, afirmó.
Wenger detalló que el primer piso es el aspecto físico, que se define entre los 14 y los 17 años: es el momento de descubrir si el jugador será lo suficientemente rápido y fuerte para competir.
El segundo nivel es el aspecto táctico: la capacidad de entender el juego y tomar las decisiones correctas en el campo.
Finalmente, el techo se coloca entre los 18 y 19 años, cuando se decide el grado de compromiso personal:
“¿Cuánto quiero tener éxito? ¿Estoy listo para no ir a la discoteca el viernes por la noche?”.
Para Wenger, cada etapa es determinante y si una falla, la “casa” del futbolista queda incompleta