El futbolista inglés, Cole Palmer, cerró de gran manera el Mundial de Clubes 2025 y fue elegido el mejor jugador del torneo.
A sus 23 años de edad el volante brilló con el Chelsea y terminó alzando el título. En la final contra el PSG que la escuadra 'Blue' ganó 3-0, Palmer fue la gran figura con doblete y asistencia.
HISTORIA
Nacido y formado en las divisiones menores del Manchester City, fue en 2023 cuando tomó una decisión clave en su carrera: dejar el club de su infancia para firmar por el Chelsea.
Esa decisión marcó un antes y un después en su evolución, permitiéndole emerger como la figura desequilibrante que es hoy. Sin embargo, su historia personal va más allá del fútbol y de las fronteras británicas.
ORÍGENES CON SAN CRISTÓBAL Y NIEVES
Palmer lleva en la sangre un legado caribeño que lo conecta con sus raíces, y que, lejos de ocultar, exhibe con orgullo incluso en los tacos de fútbol que usa en cada partido.
El origen familiar de Cole Palmer se remonta a San Cristóbal y Nieves, una pequeña isla del Caribe con menos de 50.000 habitantes.
Es un lugar conocido por sus playas paradisíacas, su ritmo pausado y una cultura deportiva donde predomina el cricket. No obstante, su abuelo paterno, Sterry Palmer, rompió con esa tradición al elegir el fútbol como su pasión.
La Selección de Fútbol de San Cristóbal y Nieves pertenece a la confederación de la Concacaf.
Según revelaron familiares del futbolista al medio 'BBC', Sterry nació en Brumaire, en 1953, en una casa construida por los bisabuelos de Cole.
Cuando apenas tenía dos años, su familia emigró al Reino Unido, aprovechando el llamado del gobierno británico que ofrecía vivienda y trabajo a ciudadanos de las antiguas colonias para ayudar a reconstruir el país tras la Segunda Guerra Mundial.
La influencia de su abuelo y el orgullo caribeño que Cole Palmer lleva hasta la actualidad
Ya instalado en Manchester, Sterry Palmer mantuvo su pasión por el fútbol y llegó a jugar en el equipo juvenil West Manchester Boys durante las décadas de 1960 y 1970.
Esa experiencia le permitió transmitir desde muy temprano a su nieto el amor por el deporte rey. Fue él quien llevó a Cole a sus primeros partidos y lo alentó a entrenar con dedicación. Esa conexión que tenía con su abuelo se mantiene viva en la carrera de Cole, quien ha citado en entrevistas la influencia determinante de su abuelo en su vida y formación.
Curiosamente, pese a haberse formado en el Manchester City, Cole Palmer confesó en múltiples ocasiones haber sido hincha del Manchester United en su infancia.
Esta paradoja es parte de la riqueza de su historia personal: creció en una ciudad futbolera, respirando la rivalidad entre los dos gigantes de Mánchester, pero fue su talento el que lo llevó a desarrollarse profesionalmente en uno y brillar en otro. Hoy, ya consolidado en el Chelsea, Palmer no olvida su pasado ni sus raíces: en sus botines luce la bandera de San Cristóbal y Nieves, como símbolo de su orgullo caribeño.
GRAN MOMENTO
En la reciente final del Mundial de Clubes, Cole Palmer fue protagonista indiscutible. Anotó dos goles y dio una asistencia en la victoria del Chelsea por 3-0 ante el PSG, siendo elegido el mejor jugador del torneo.
Su actuación confirmó que no solo tiene talento, sino también carácter para aparecer en los momentos clave. El joven mediapunta ya es considerado una pieza fundamental del esquema 'blue', demostrando que su decisión de cambiar de equipo en 2023 fue más que acertada.
Con 3 goles y 2 asistencias en el Mundial de Clubes, sumados a los 15 tantos y 11 asistencias que ya acumulaba en otras competencias, Cole Palmer atraviesa la mejor temporada de su carrera.
Su ascenso meteórico está acompañado por una historia de esfuerzo familiar, migración y orgullo identitario que augura una gran carrera para el joven atacante del Chelsea.
