Con un contundente 4‑0 en su debut, el Paris Saint‑Germain avisa en el nuevo formato del Mundial de Clubes.
La escuadra gala fue mucho más y le pasó por encima al Atlético de Madrid.
Aquí las claves que explican la goleada de un equipo parisino que viene de ganar la Champions y es candidato a levantar el Mundial de Clubes.
Control abrumador del partido
El PSG dominó el balón con un impresionante 72 % de posesión desde el pitazo inicial, controlando el ritmo y el territorio. El Atlético, dirigido por Simeone, apenas logró escaparse con un 28 % de la posesión, sin imponer su sello defensivo habitual.
PSG: Virtudes y Fortaleza
Virtudes destacadas
Superioridad táctica y física: Dominó cada sector del campo con ritmo, presión alta e intensidad.
Medio campo versátil: Vitinha, Fabián y João Neves manejaron el juego con fluidez. Cada jugador parecía una “navaja suiza”.
Laterales imparables: Achraf y Doué fueron constantes puñales por las bandas.
Presión asfixiante: Recuperación rápida del balón y dominio del ritmo.
Definición eficaz: Goles de Fabián, Vitinha, Mayulu y Kang-In Lee (penalti) en momentos clave.
Rendimiento coral: Incluso los cambios (Mayulu, Lee) marcaron diferencia.
Madurez de equipo campeón: Actuaron con la solidez de un equipo que aspira al título. Nada improvisado.
ATLÉTICO DE MADRID: Errores y Debilidades
Errores principales
Griezmann titular: Fue una decisión muy cuestionada. Jugó desconectado, sin peso en ataque. Pareció “jugar con uno menos”.
Banda izquierda inoperante: Lino y Galán fueron superados constantemente por Achraf y Doué. Falta urgente de un lateral izquierdo de nivel.
Centro del campo frágil: De Paul fue irrelevante. Solo Koke aportó algo de control tras su ingreso.
Falta de intensidad: El equipo lució lento, sin reacción, superado física y tácticamente por el PSG.
Desconexión ofensiva: Julián Álvarez quedó aislado, sin generación de juego. Sorloth desperdició la ocasión más clara del Atleti.
Errores defensivos puntuales: Lenglet fue expulsado, y Le Normand cometió el penal del 4-0.
CONCLUSIÓN
PSG fue un equipo arrollador, colectivo, preciso y dominante. Su actuación fue de campeón de Europa: impuso condiciones, no dio tregua y humilló a un Atleti irreconocible.
Atlético de Madrid mostró todas sus debilidades: falta de juego por bandas, decisiones tácticas discutibles, y una actitud apática ante la exigencia. Si quiere clasificar, debe ganar sí o sí a Seattle y Botafogo.