Federico Valverde es uno de los mejores mediocampistas de la actualidad, titular indiscutible con el Real Madrid y Uruguay. No obstante, el lograr triunfar en el conjunto merengue no tuvo un recorrido sencillo y el futbolista le ha confesado a Jorge Valdano como han sido todos estos años.
El futbolista, de 26 años, fichó por el Real Madrid en el verano de 2016 y desde entonces no ha parado de crecer. Un crecimiento que no habría sido posible sin su pareja, Mina Bonino, confesó el propio Valverde. “Fue la persona que me dio el sí. Le debo mucho”.
Fede llegó al Real Madrid Castilla en 2016 y un año después jugó en condición de préstamo con el Deportivo La Coruña, donde logró crecer tanto en lo personal como profesional pese a que perdieron la categoría.
Eso sí, el futbolista señala que su garra dentro del terreno de juego lo aprendió de su padre. “Me inculcó que luchar se lleva en la sangre. A día de hoy, todavía me exprime: me dice que patee al arco, que dispare, que siga creciendo… Siempre me regaña por cómo debe tratar a mis hijos y por qué tengo que darles y que no”, explica el jugador.
El jugador también confesó que a su padre no le gustó nada el apodo que le pusieron en las divisiones menores del Peñarol, pero su madre logró tranquilizarlo. “Se enojó un montón. Tenías que ver cómo esta… ‘¿Pajarito? Mi hijo no es un pajarito’. Mi madre tuvo que tranquilizarle: ‘Julio, tranquilo, que es algo para bromear, son niños, no pasa nada. Le llaman así porque vuela’. Entonces mi padre ya lo vio mejor”, cuenta.
Valverde viene de una familia humilde y trabajadora que le inculcó el carácter que tiene hoy en día tanto dentro como fuera del campo.
“Trabajaron de repartidores y uno en una ferretería. Les veía currar las 24 horas. Era jodido. Los que más sufrían eran mis padres: intentaron darme unos zapatos para jugar, que tuviera lo mejor para estar bien, pagar un taxi para que fuese a entrenarme sin mojarme… Les estoy muy muy agradecido”, expresó.
También confesó cuál ha sido su mayor error y que no se perdona, pero que intenta que sus hijos no cometen en el futuro.
“Lamentablemente, los dejé por el fútbol. Terminé la Primaria y no la Secundaria. Hablamos en casa y creíamos que, si yo me quería dedicar al fútbol, debía apostar por ello. Obviamente, eso no esta bien. Ahora trato de meter en la cabeza de mis hijos que la prioridad son los luiros y que se olviden de lo demás”, comentó el charrúa.
Por otra parte, el uruguayo reveló cuándo se llevó su primer “golpe” al no ser tomado en cuenta para la Selección Sub-15.
“A la primera convocatoria de la sub-15 uruguaya fueron muchos compañeros… y yo no. Supuso uno de los golpes, junto a perderme el Mundial de Rusia, más importantes de mi carrera. Sentí vergüenza al llegar a casa por no haber conseguido lo que mis padres, mis hermanos y mis amigos querían escuchar. Creía que le estaba fallando a la gente que más me quería”, confesó.
Fede también reveló que en sus inicios no se esforzaba en las ayudas defensivas, pero jugando en la sexta división un técnico le dio una gran lección que le sirvió para cambiar su forma de jugar.
“Odiaba correr y entrenarme. Pensaba que tenía las cualidades de Maradona. Sentía que… ¿para qué, si yo podía jugar para adelante y era bueno? Me costó entenderlo. Tuve un entrenador, el Chueco Perdomo, en sexta división, que me quitó por no defender. Entonces empecé a correr más, a colaborar… No estaba ayudando a mis compañeros”.
Posteriormente llegó la oportunidad de hacer una prueba en el Arsenal, club al que pensó que llegaría a fichar antes de que el Real Madrid se apareciera por el horizonte.
“Tenía 16 años. Dije: ‘Ya está. Este es mi club. Aquí voy a crecer’. En Uruguay se miraba mucho la Premier. Me imaginaba un futuro ahí. Disfruté y me ejercité con jugadores espectaculares. No sé si se acordará de mí, pero Dibu fue uno de los que más me ayudó en todo junto a Bellerín, Alexis y Cazorla. Yo no sabía inglés y me tenían que explicar todos los trabajos”, comentó.
Finalmente, el Arsenal no quiso seguir adelante para ficharlo y a los años llegó el Real Madrid para reclutarlo con 18 años para su filial.
“Yo ya estaba compitiendo con gente grande en la liga uruguaya. Sentía que estaba preparado para un escalón más”, confiesa.
Luego llegó la cesión al Deportivo, donde dio el paso definitivo para lanzar su carrera deportiva. “Crecí como persona porque, por ejemplo, empecé a vivir solo. Tenía a mis padres a 10 minutos por si acaso, pero necesitaba mi espacio y acostumbrarme. Aunque hubo muchos problemas en el vestuario y los aficionados no estaban contentos por el descenso, a nivel personal me sirvió de mucho”.
Al primer equipo del Real Madrid llegó gracias a Julen Lopetegui. “Existe ese miedo a fallar, a que la gente tenga comentarios malos hacia uno, a escuchar los pitidos… Con 10 años corría sin la pelota sin miedo. Con el paso del tiempo vas cargando con esa presión”.
No obstante, su pareja fue la persona que le terminó por dar el empujón final para que se convirtiera en lo que actualmente es como jugador. “Me dijo: ‘Si estás en el Madrid es por algo. Ya está. No te escondas. No tengas más ese miedo y empieza a disfrutar como cuando eras un niño’. A uno no le gusta escuchar esas cosas, pero tenía razón. Empece a encontrar un psicólogo, un coaching deportivo… Entre todos me hicieron abrir la cabeza y madurar. Yo nunca había creído en esas figuras”, expresó.
Por último dio su análisis sobre el clásico del 0-4 en el Santiago Bernabéu de Hansi Flick.
“Duele bastante y obviamente te da mucha impotencia no haber conseguido los tres puntos en nuestra cancha”, inicia Valverde.
“También hay que reconocer cuando uno hizo un partido inferior al otro y creo que el Barcelona hizo un muy buen partido. Creo que no es todo malo del Madrid, creo que el Barcelona hizo las cosas bien. En la segunda ellos metieron un gol y ya cambió todo, cambió la energía, por lo menos en nuestro equipo. Luego nos meten el segundo y ya, obviamente, va más allá de lo que es nivel táctico y futbolístico. Te olvidas un poco, ya te vas un poco a la locura”, finalizó Fede Valverde.