Los clubes brasileños siguen reinando en la Copa Libertadores de América. La final de la presente edición la jugarán Botafogo ante Atlético Mineiro.
Después de años de hegemonía de clubes argentinos, los representantes del país verdemarelho solo suman dos trofeos menos que los argentinos (23 a 25), margen que se achicará a uno solo después del triunfo de Botafogo sobre Peñarol como visitante, después de la amplia ventaja que sacó en la ida, que terminó con un global de 6 a 3 (5 a 0 y 1-3).
Junto con la goleada en la otra semifinal de Atlético Mineiro sobre River como local (finalmente, 3 a 0 en el global), la de 2024 será la cuarta final de las últimas cinco en la que solo se cruzaron conjuntos brasileños. La excepción a este amplio dominio es Boca, subcampeón de América en 2023, después de dejar en el camino a Palmeiras en semifinales y luego derrotado por Fluminense en la definición.
Para comprender cómo, cuándo y por qué empezó este cambio en la tendencia es necesario poner sobre la mesa varios aspectos.
Hay algo cierto: desde agosto de 2021, a los socios de los clubes brasileños se les abre el abanico para elegir qué tipo de administración prefieren entre el esquema de asociación civil o uno con capitales privados.
Sin embargo, ninguno de los seis equipos brasileños que se coronaron en las últimas siete realizaciones (Flamengo y Palmeiras en dos ocasiones, Gremio y Fluminense) son SAD (SAF en el país vecino, iniciales de Sociedade Anônima do Futebol).
Descartada de plano esa teoría sobre la cual, supuestamente, el poder del dinero garantiza éxitos deportivos, aparece un elemento importante, en donde sí puede aparecer el real motivo de esta hegemonía brasileña. Hasta la edición de 2016, el torneo de clubes más importante de Sudamérica se disputaba durante el primer semestre, mientras que la Copa Sudamericana, siempre considerado un premio consuelo, se jugaba en la segunda parte del año.
Por una decisión dirigencial, desde 2017 ambas competencias se juegan durante todo el año, haciendo más espaciados las diversas etapas: el repechaje en febrero, los grupos entre abril y mayo, los octavos en agosto, los cuartos en septiembre, las semis en octubre y las finales (a partido único desde 2019), en noviembre.
Esta ampliación de la agenda de competencia le afecta directamente al fútbol argentino, en donde a los clubes les suele ser difícil sostener un mismo plantel a largo plazo. En primer lugar por la inflación y devaluación que reina en la Argentina entre (casualmente) 2017 y la actualidad.
Pero además, una buena actuación de determinados futbolistas en el primer semestre activa las alarmas en Europa, y las ofertas del mercado de invierno desarman esos equipos. Un ejemplo reciente: Alan Varela realizó una tarea muy destacada durante los primeros seis meses de 2023 y en agosto fue adquirido por el Porto, dejando un espacio en el mediocampo de Boca que al equipo dirigido por Jorge Almirón le resultó muy complicado de reemplazar.
De todas maneras, los equipos argentinos siguen estando a la altura y compiten al más alto nivel, aún en desventaja económica. De hecho, de las ocho finales que hubo de 2017 a hoy, Boca y River jugaron dos (el Xeneize perdió ambas, y el Millonario ganó una y cayó en la otra), mientras que Lanús fue subcampeón de Gremio en 2017. Y si se amplía el espectro, de los últimos 32 casilleros de las semifinales de la Libertadores desde 2017 hasta hoy, 18 fueron ocupados por brasileños, 11 argentinos, uno uruguayo (Peñarol, ahora) y uno ecuatoriano (Barcelona de Guayaquil, en dos ocasiones).
Si el análisis se hace desde 2000 hasta hoy, el equipo más ganador de la Copa Libertadores es Boca, con 4 conquistas. Lo siguen River, Inter, Flamengo y Palmeiras con 2, y Estudiantes, San Lorenzo, Olimpia, Once Caldas, Sao Paulo, Liga de Quito, Santos, Corinthians, Atletico Mineiro, Atlético Nacional, Gremio y Fluminense con una. Es decir que en este siglo hubo 8 campeones argentinos y 12 brasileños, entre otros países.
Otra curiosidad que se advierte es que aún en este contexto de empate técnico con los clubes argentinos, los campeones brasileños están mucho más repartidos: ninguno ganó más de tres trofeos y no hay equipos de ese país en el top 5 de más ganadores (Independiente, con 7, Boca, con 6, Peñarol, de Uruguay, con 5, y Estudiantes de La Plata y River, con 4).
Más claro: no hay a lo largo de la historia un equipo brasileño que pueda considerarse “copero” por ser un protagonista frecuente de esta competencia, sino grandes momentos de grandes equipos: el Santos de Pelé en los 60, Cruzeiro en los 70, Gremio en los 80 y en la década pasada, Flamengo en los 80 y en esta década, San Pablo en los 90 y Palmeiras a finales de siglo y en esta década.
En cambio, Independiente fue potencia en los 60, 70 y 80 (hace 40 años ganó su séptima y última Copa), Boca conquistó América a finales de los 70 y tuvo su década de oro a comienzos de siglo (entre 2000 y 2004 fue campeón en tres ocasiones y subcampeón en una) y volvió a coronar en 2007), Estudiantes sorprendió en los 70 y ratificó su condición de “copero” en 2009) y River ganó todo en 1986 y después disfrutó de la era Gallardo (dos títulos y un subcampeonato entre 2015 y 2019).
Ante este contexto, Gabriel Milito explicó por qué los equipos de Brasil tienen superioridad en la Copa Libertadores. Lo desarrolló después de eliminar a River en el Monumental: “El fútbol brasileño es el más competitivo de toda América, para mí. Porque no hay dos, tres, cuatro equipos. Hay diez, 12 equipos muy, muy buenos. Pero muy buenos. Eso hace que la liga sea muy competitiva”, comenzó al respecto.
“Eso no pasa en ningún otro lado. Diría, casi, que en el mundo. Porque en Inglaterra hay cinco o seis equipos fuertes, en España hay tres o cuatro equipos muy fuertes, pero en Brasil hay diez, o 12, equipos fuertes, con mucha historia, con presupuestos mayores a los del fútbol argentino. Eso permite traer jugadores, o sostenerlos más tiempo. Es muy diferente”, analizó el DT.
En resumen, desde que la Conmebol decidió “alargar” la Copa Libertadores y que desde 2017 se dispute durante todo el año calendario, los equipos argentinos parecen haber perdido fuerza para llegar bien armados a las instancias finales, en donde el poderío económico de los clubes brasileños en la mayoría de las ocasiones terminan imponiéndose gracias a refuerzos estelares o al simple hecho de que sus futbolistas están habituados a jugar más seguido en un nivel mucho más competitivo, como es el Brasileirao, en comparación con el torneo local argentino, donde la cantidad de participantes de la Primera División va en detrimento de la calidad del juego.
Los 25 títulos que ganaron equipos argentinos
Independiente: 7
Boca: 6
River: 4
Estudiantes LP: 4
Argentinos Juniors: 1
Racing: 1
San Lorenzo: 1
Vélez: 1
Los 23 campeonatos que ganaron equipos brasileños
San Pablo: 3
Palmeiras: 3
Gremio: 3
Santos:3
Flamengo:3
Cruzeiro: 2
Internacional: 2
Fluminense: 1
Atlético Mineiro: 1
Corinthians: 1
Vasco da Gama: 1
Los 8 campeonatos que ganaron equipos uruguayos
Peñarol: 5
Nacional: 3
Las últimas finales de la Copa Libertadores
2024 Mineiro (Brasil) vs. Botafogo (Brasil)
2023 Boca vs. Fluminense (Brasil)
2022 Flamengo (Brasil) vs. Athletico Paranaense (Brasil)
2021 Palmeiras (Brasil) vs. Flamengo (Brasil)
2020 Palmeiras (Brasil) vs. Santos (Brasil)
2019 Flamengo (Brasil) vs. River
2018 River vs. Boca
2017 Lanús vs. Gremio (Brasil)
Fuente: Diario La Nación Argentina