El Olympiacos de Grecia se proclamó este miércoles campeón de la Conference League 2023-24 tras derrotar en la final a la Fiorentina de Italia (1-0).
El Kaabi fue el autor del único tanto del partido en el minuto 116 y brindó el primer título europeo de la historia para el conjunto griego.
Un choque cerrado y con muy pocas ocasiones que se acabó decidiendo por detalles y en el último suspiro.
Los primeros compases del choque iniciaron algo locos y con los dos equipos desatados en busca del gol. No obstante, pronto imperó la cordura y el sentido común y el ritmó se rebajó.
Aun así, en el minuto 9 del partido y fruto de ese arreón inicial, la Fiorentina ya se había adelantado en el marcador. Milenkovic remató un pase al primer palo, pero la posición del central estaba ligeramente adelantada y el tanto no iba a subir al marcador.
Así pues, y aunque la Fiorentina estaba muy cómoda y siendo superior, las ocasiones no se terminaron de suceder. Además, las pocas que hubo por parte del cuadro 'viola' acabaron sin generar peligro ante la meta de Tzolakis.
Superado el ecuador de la primera mitad, el Olympiacos se fue viniendo arriba y trató de quitarse la presión de encima de su rival. Así, en el 25', Podence tuvo la más clara. Centro muy cerrado al primer palo, rozó lo justo el '56', pero Terracciano estaba muy bien colocado y atrapó el esférico.
Sin embargo, el 0-1 estuvo siempre más cerca que el 1-0, aunque la puntería de la Fiore no estaba afinada. De hecho, el propio Nico González lo pudo comprobar al filo del descanso, donde no fue capaz de dirigir su disparo tras el rechace del portero.
El comienzo de la segunda mitad no fue como la gran mayoría de los aficionados se pudo imaginar. Pese al conato de intensidad inicial, todo fue un espejismo, pues el partido se convirtió en una sucesión de imprecisiones por parte de ambos conjuntos, que no fueron capaces de materializar sus ocasiones.
Una de las más claras llegó en las botas de Kouamé, en el minuto 69, pero el futbolista le pegó mordida y Tzolakis tuvo tiempo para despejar la pelota. El conjunto de José Luis Mendilibar apenas había generado peligro y estaba sufriendo más de lo esperado, aunque la estrategia del español no cambió: siguió haciéndose fuerte atrás y se aprovechó de la velocidad por las bandas.
La más clara del partido para el conjunto heleno llegó en la recta final. André Horta colgó un balón templado al área. Allí, Iborra se alzó por encima de su par y cabeceó lo justo la pelota para que esta cogiese dirección a portería, marchándose desviada por milímetros. Esta fue la principal arma del Olympiacos, que abusó del balón parado y de los centros al área en la recta final del partido.
El Kaabi convierte el sueño europeo en realidad
El partido se marchó al tiempo extra, donde los dos conjuntos pusieron una marcha más para evitar la angustiosa y agónica tanda de penaltis. No obstante, el que no había aparecido en el partido fue El Kaabi, máximo goleador del equipo en esta competición y uno de los principales valedores para haber llegado tan lejos.
Se creció algo más el Olympiacos y Jovetic tuvo una de las mejores. El delantero le pegó al palo largo desde la frontal del área y obligó a Terracciano a lucirse con un paradón. Sin embargo, lo mejor estaba por venir.
Fue en el minuto 116, cuando los penaltis ya asomaban en el horizonte cuando El Kaabi culminó la gran obra maestra de Mendilibar. Balón centrado desde la izquierda y que se fue cerrando poco a poco. Metió la cabeza el delantero al primer palo y mandó el balón al fondo de la red para desatar el delirio entre su afición. No obstante, hubo incertidumbre, ya que la jugada se revisó por un posible fuera de juego, aunque el tanto acabó subiendo al marcador.
El portugués Artur Soares decretó el final del partido y Olympiacos se proclamó campeón de la Conference League 2023-24. La primera gran noche europea para el cuadro griego y la segunda para José Luis Mendilibar, que repitió tras conquistar la Europa League con el Sevilla el pasado curso. Por otro lado, desolación y decepción absoluta en la Fiorentina, que repitió final perdida y se quedó con la miel en los labios de un título que rozó con los dedos en un partido donde nunca fue inferior a su rival.