El Manchester United se proclamó campeón de la FA Cup este sábado, desafiando los pronósticos y derrotando al Manchester City (2-1), gran favorito, y privando a su rival de la ciudad de un doblete consecutivo de liga y copa.
Una semana es mucho tiempo en el fútbol. El domingo, el Manchester City selló un histórico cuarto título consecutivo de la Premier League y se dispuso a poner la cereza del pastel a una temporada brillante con otro trofeo en Wembley.
Antes del partido, el resultado parecía inevitable: el United había perdido seis de sus siete últimos partidos contra el City y cuatro de sus cinco últimas finales, mientras que el City estaba disfrutando de otra temporada dominante.
Pero el United marcó dos goles seguidos en la primera parte -el primero de Alejandro Garnacho, el segundo de Kobbie Mainoo- para poner nervioso al campeón de la Premier League y convertir la final en la primera masculina de la Copa de Inglaterra con dos goleadores adolescentes.
El City siguió presionando en la segunda parte, creando varias ocasiones que sólo la brillante actuación del portero André Onana o los palos pudieron evitar, antes de que Jeremy Doku marcara en el minuto 87, reduciendo la ventaja del United y dando paso a siete frenéticos minutos de tiempo añadido.
Pero el United se aferró a su trabajada ventaja y su banquillo se volcó en el campo tras el silbato final para celebrar la conquista de un trofeo después de una temporada a menudo triste para el histórico club.