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Miguel Ángel Russo, entrenador argentino, habló del cáncer que padece desde hace seis años. 

Actualmente Russo está al mando de la dirección técnica de Rosario Central en su país. 

El estratega de 68 años de edad brindó una amplia entrevista a la Revista Semana de Colombia. Aquí parte de sus conmovedoras declaraciones.  

  

¿Cómo está su salud?

De salud estoy muy bien, cumpliendo con todos los controles permanentes y trabajando, que es lo más importante para mí. Si no estuviera bien, no trabajaría. Siguiendo con todo lo que me dicen los médicos y quienes me cuidan con la enfermedad que tuve.

Los controles tienen que ver con la quimioterapia…

No, la quimioterapia es otra cosa y nada que ver. Al contrario, hay medicaciones nuevas y eso ayuda muchísimo. Pasó una sola vez y en Colombia, al inicio.

Es mucho trabajo, tenemos Copa Libertadores, torneo local y el trajín normal. No paro por suerte y gracias a Dios. Al contrario, tengo seis años más, eso será también. Eso es lo que no se puede arreglar (risas). Quédense tranquilos, les agradezco mucho. He hablado con mucha gente en Colombia también. El más contento es el médico y si él está contento es porque todo está bien.

¿El fútbol se vuelve una terapia en este tipo de casos?

M.R.: No lo tomo como una terapia, sino como algo que me gusta, que está vigente todavía. Salimos campeones hace poco y hay muchas cosas que son positivas. Me gusta lo que hago, lo disfruto y todavía tengo resultados, que es lo más importante.

Usted quedó campeón con Rosario Central y aquí se celebró como un título de Millonarios. ¿Lo sintió así?

M.R.: Sí. Me lo ha hecho saber mucha gente. Les mando un saludo a todos porque hay mucha gente que se preocupa por mí. Yo también le deseo lo mejor a Millonarios y quiero que vuelva a ser campeón, que siga creciendo, que dispute la Copa Libertadores.

¿Le abruma que todo el tiempo le estén preguntando por su salud?

M.R.: Sí, porque en definitiva en esto el que más se quiere soy yo. Al lado mío están mi familia y mis amigos que me cuidan y protegen. Y como que creen que uno hace cosas que van en contra de uno mismo y no es así. Hay veces en que estoy normal, porque el fútbol te lleva por muchísimas cosas. Si ganás estás de una manera, si perdés estás de otra manera. Hay que trabajar mucho y lograr que la cabeza siempre esté ocupada, aunque es natural que a veces tenga cara de cansancio.

¿Qué tan importante ha sido su familia en este proceso?

M.R.: Han sido mi vida, mi esposa está al lado mío permanentemente. Mis hijos y mis nietos ya vieron tres veces campeón al abuelo y están contentos. Estoy en una ciudad que me quiere, me cuida, me protege y me anima mucho. Eso también hace bien al espíritu, si el espíritu está bien, hay muchísimas cosas que funcionan.

La palabra cáncer generalmente la relacionan con la muerte. ¿Vive con ese miedo?

M.R.: No porque estoy empapado en el tema, consulto y leo bastante. No todo es muerte. Gracias a Dios ahora, porque desde hace seis años estoy con esto, las medicaciones nuevas y la tecnología ayuda muchísimo. Yo nunca tuve miedo.

¿Cómo ayuda a la gente en medio de este proceso que vive?

M.R.: Cuando puedo hablarlo, hablo mucho, aunque en forma privada. Me gusta hacerlo sin que nadie se dé cuenta, porque es la mejor forma de ayudar y crecer. Buscar cosas para los niños que viven ese proceso, llevando cosas, ir a verlos, visitarlos, pero lo hago todo de forma anónima. Mientras menos se sepa esto, yo me siento mejor.

¿Cómo hace para cumplir con el fútbol, la salud, la familia, dar charlas, visitar niños?

M.R.: Reparto el tiempo en todo. El tratamiento es consensuado con toda mi profesión. Después de lo mío, la prioridad es el fútbol. Mi mujer me acompaña a todos lados.

Hablemos de Rosario Central. ¿Qué ha sido lo más lindo y los más difícil de este proceso?

M.A.R. Que empezamos de abajo, casi con el promedio del descenso y armando todo con jóvenes, con algunos jugadores que han logrado un nivel alto, logramos un campeonato. Todo eso tiene un valor muy alto y muy grande, porque no es fácil arrancar de cero y llegar a la cima. En Libertadores fue creciendo como me gusta y buscando siempre cosas nuevas. Preparándonos para lo que es este club, que es muy grande, con su gente, con todo y que sigan compitiendo a nivel internacional, que es donde más grande te haces.

A los equipos como Junior o Millonarios, se dice que les va a tocar escoger entre liga o Libertadores. ¿Cómo ve esa situación en Rosario Central?

M.A.R: También, puede ser, porque hay mucha competencia. Cuesta mucho, viene Copa América también. Son 40 días que no jugamos, es mucho tiempo y que armar todo de nuevo. Vivir el presente día a día y no es que uno elija la Copa Libertadores que es importante, el torneo local también. No se puede desaprovechar bajo ninguna forma, de ninguna manera y estamos todos metido compitiendo.

Fuente: Revista Semana 

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