Marcelo Martins escuchó a su familia cuando, a sus 19 años, le dijeron que su camino estaba con la Selección de Bolivia y no con la de Brasil.
Pasó el tiempo y se convirtió en el máximo artillero de la selección boliviana con 31 goles.
Martins se retiró en el 2023. Actualmente tiene 36 años de edad.
"Mi padre es brasileño y mi madre es boliviana. Cuando jugaba Brasil, iba con Brasil. Cuando jugaba Bolivia, iba con Bolivia. En Brasil, mi ídolo era Ronaldo, que siempre ha sido un ejemplo para mí, ¿en Bolivia,? El Diablo' Etcheverry", contó Martins.
Martins jugó en las categorías sub-18 y sub-20 con Brasil, pero después fue la federación boliviana la que llamó a su puerta. "Fue una de las decisiones más complicadas que he tenido que tomar nunca", confesó.
Lo cierto es que el artillero no tuvo un camino fácil.
"Mi educación fue muy complicada. Tuve que aprovechar cualquier trabajo que pudiese desde una edad temprana. Cuando tenía 13 años, me incorporé a un club de fútbol local y necesitaba dinero para el billete de autobús para ir a entrenar. Surgió una oportunidad de trabajar en el estadio, vendiendo hamburguesas, empanadas, Coca-Cola. Ahí es cuando realmente me enamoré del fútbol. Estaba vendiendo cosas para poder hacer lo que más amaba, que era jugar al fútbol. Y al mismo tiempo, me enamoró estar en el estadio, el ambiente, [ver] el fútbol. El único problema era que también me encantaban las hamburguesas y algunas veces no podía resistirme a comer una, ¡y tenía que pagarla! Fue divertido, porque solo estuve un año y medio en las categorías inferiores y luego, con 15 años, me hice profesional".
Marcelo es el futbolista boliviano 'más caro de la historia'. Su pase fue tasado en 14 millones de dólares estadounidenses en 2008. Ese monto pagó el Shakhtar Donetsk de Ucrania al Cruzeiro de Brasil por su transferencia para llevárselo a Europa.