Carlos Bilardo es un símbolo del fútbol argentino. Entrenador del seleccionado nacional campeón del mundo en 1986 con Diego Maradona.
Fue el padre de una filosofía del fútbol y la vida que hicieron propias millones de personas. Pero al Doctor, que el pasado mes de marzo cumplió 86 años, su obsesión no siempre le jugó una buena pasada.
Como recordó hace algunos años, cuando todavía estaba en actividad.
«Me pongo mal, me pasó ya dos veces, cuando escucho la canción de Julio Iglesias ‘Me Olvidé de Vivir'», decía Bilardo hace años en un diálogo con TyC Sports.
En esta entrevista, el siempre firme Doctor, símbolo de la obsesión por los detalles y dedicar la vida a las pasiones en busca de ganar siempre, se quebró.
«Es decir, mi vida la dediqué al fútbol, la dediqué a la medicina para estar arriba… dejé muchas cosas», decía Bilardo, que se recibió de médico mientras era jugador de Estudiantes de La Plata. Y luego se dedicó a su carrera de director técnico, exitosa, pero obsesiva y asfixiante. «Mi profesor era el Doctor Leal. Él también estudiaba y empezó de la nada, y luchó, luchó, luchó… antes de fallecer, me contaba el hijo que decía ‘¿Para qué habré hecho todo esto?'».
«Solo te digo que a veces uno se pasa de rosca, se pasa mal, y cuando llega el momento decís ‘¿Qué hice?'», decía Bilardo. Que nunca pudo cambiar su esencia de dedicar su vida al fútbol, poniendo todo por encima de otras cuestiones, como la familia. «Tocar este tema siempre me duele, porque vi pasar la vida…», reflexionaba el Doctor.
Bilardo fue campeón como jugador en Estudiantes y también como entrenador. Su mayor éxito fue como DT de Argentina en el Mundial 1986 y el subcampeonato en 1990. Luego regresó al equipo nacional como director de selecciones en tiempos de Diego Maradona como DT. Hace algunos años, fue diagnosticado con un trastorno de deterioro cognitivo y se retiró de la vida pública.