Este sábado la Lazio ganó 1-0 a la Juventus en el estreno del técnico Igor Tudor y sumó 3 puntos en un encuentro en el que ambos equipos mostraron las debilidades con las que se han condenado a firmar un curso errático.
Adam Marusic anotó en el añadido.
El montenegrino apareció en el minuto 93 para cabecear un centro de Matteo Guendouzi que bastó para provocar otro pinchazo, el cuarto consecutivo, del conjunto turinés. Con esa ocasión, una de las pocas de las que disfrutaron los 'biancocelesti', el conjunto romano tomó impulso y se colocó a 4 puntos de los puestos europeos.
En general, ambos equipos firmaron un encuentro mediocre en una tarde de banquillos en el Estadio Olímpico de Roma. Massimiliano Allegri fue protagonista en la Juventus: cumplía su encuentro número 500 en la Serie A; y, Tudor, lo fue en la Lazio. El técnico croata se estrenó en el cargo tras la dimisión de Maurizio Sarri, con la difícil tarea de levantar a un equipo que fue subcampeón el curso pasado y que antes del partido ocupaba la 9ª plaza en la clasificación.
Allegri, mientras, necesitaba una victoria para cerrar una mala racha de tres encuentros sin ganar (una derrota y dos empates) y asentarse en la 3ª posición para inquietar al Milan en la 2ª. Lo intentó sin dos de sus piezas clave en ataque: Dusan Vlahovic y Arkadiusz Milik. El primero, por sanción. El segundo, por lesión.
Con Cambiasso, Kean y Chiesa, el conjunto turinés no funcionó. Sobre todo en la primera parte, en la que se encomendó a su portero, Szczesny, para sobrevivir en el marcador. Hasta el minuto 41, con un disparo de Chiesa que salvó Mansas, la Juventus no tiró a portería y se dedicó a mantenerse en el duelo con las intervenciones de su guardameta.
Szczesny apareció en dos ocasiones para frenar a la Lazio. Primero, lanzándose a los pies de Taty Castellanos para rescatar un balón que, en el rechace, no cayó de milagro en los pies de Kamada, dispuesto a marcar a puerta vacía. Y, después, interponiéndose en un disparo a bocajarro de Felipe Anderson para mantener el 0-0 tras el acto inicial.
En el segundo, la 'Vecchia Signora' reaccionó. Sobre todo en los primeros minutos, en los que Cambiaso pudo adelantar a sus compañeros con un disparo ajustado al palo que salvó Mandas con una buena parada. Fue un espejismo.
Después, volvió a instalarse en la mediocridad, en la misma en la que habita la Lazio y que maquilló con el cabezazo de Marusic, que permitió a los hombres de Tudor recuperar terreno para acercarse a las deseadas plazas continentales. Y, ya de paso, envió a la Juventus hacia una crisis de cuatro encuentros consecutivos sin ganar con 2 puntos de 12 posibles.