El equipo del Borussia Dortmund fue más y este miércoles derrotó en Alemania 2-0 al PSV de Países Bajos por la vuelta de los octavos de final de la Champions League.
Jadon Sancho (3') y Marco Reus (95') anotaron los goles del triunfo.
En la ida el resultado había sido 1-1.
EL PARTIDO
No hay mejor sitio para deslumbrar que en tu propia casa. Jadon Sancho, que estaba en el ostracismo en el United, tuvo que huir del cuadro de Mánchester en busca de encontrase consigo mismo. El destino elegido fue Dortmund, donde explotó todas sus virtudes durante 4 temporadas (2017-2021) para obligar a los 'red devils' a pagar 85 millones de euros por sus servicios.
Su etapa en Inglaterra no fue como esperaba ya que, además de tener nulo protagonismo, tuvo un encontronazo con Ten Hag que le costó ser apartado del equipo. El tema es que en cuestión de unos meses ha pasado de estar abatido a estar feliz, porque en el cuadro 'negriamarillo' está volviendo a ser él mismo.
Se suele decir siempre que 'como en casa en ningún sitio' y la verdad que eso es así. Sancho lo sabe muy bien y qué decir de Marco Reus, que lleva toda una vida en la institución alemana (12 temporadas). El británico se encargó de hacer el 1-0 y luego se lesionó, circunstancia que aprovechó el germano para entrar en su lugar y rematar la faena sobre la bocina.
Sancho hace de guía
El guion de partido estaba muy claro desde el principio. Tras el 1-1 de la ida, el Borussia Dortmund salió decidió a intentar decantar la eliminatoria a su favor lo más pronto posible. Dicho y hecho. En cuestión de 3 minutos desde el pitido inicial, los de Terzic dieron el primer golpe al partido gracias a Jadon Sancho.
Maatsen avisó 1' antes con un chut dentro del área que rechazó Walter Benítez, pero fue el ex del United el que estuvo más acertado. El británico demostró que le ha sentado de perlas estar de nuevo en casa, donde está volviendo a ser feliz. El atacante sintió otra vez ese cosquilleo en Champions 841 días después, tras un disparo colocado al palo derecho de la portería.
Felicidad plena para los 'negriamarillos', que se pusieron muy pronto 2-1 en la eliminatoria, y también para un Sancho que se gustó conforme fue pasando el tiempo. El atacante desplegó sus mejores virtudes con una enorme capacidad para regatear adversarios. Su fútbol está regresando y eso lo celebran en Dortmund.
Con el 1-0, los de Terzic fueron a por el segundo para tener más tranquilidad, pero perdonaron. Malen, ex del PSV, puso en muchos problemas a Dest y en varias ocasiones se topó con un Walter Benítez colosal. El argentino mantuvo con vida a su equipo, que pareció no haberse presentado al Signal Iduna Park.
La diferencia respecto a la ida era abismal, siendo más que superado por un Borussia que se durmió pasada la media hora. A partir de ese momento, el cuadro neerlandés empezó a dejarse ver más en el área de Kobel sin que tuviera incidencia en el marcador. De hecho, Luuk, del que no había noticias, no hizo acto de presencia hasta el minuto 43 con un remate poco ortodoxo que se marchó por encima de la meta.
Reus se libra del baño
Tras la reanudación, el equipo de Terzic cambió por completo su cara y se dedicó a especular. El PSV sabía que le tocaba llevar la iniciativa con balón y el conjunto de Peter Bosz empezó a poner en serios aprietos a los locales. El cuadro neerlandés le dio un baño en toda regla a un Borussia que se encomendó a la figura de Kobel, que se multiplicó para evitar el empate.
Antes de entrar a escena la exhibición del guardameta, Hirving Lozano, con apenas unos minutos en el campo, se mostró decidido a disparar muy lejos del área y la pelota la escupió la madera. Esa fue la señal para que el suizo se preparase para lo que iba a venir a continuación.
Jordan Teze fue el primero en toparse con Kobel, que se empleó a fondo para rechazar el tiro del lateral. Mientras tanto, Walter Benítez, en la otra portería, evitó el 2-0 en un remate picado de Füllkrug. Ya de nuevo en el área del Borussia, Bakayoko, que estaba de espaldas en zona peligrosa, tiró un quiebro de espaldas a Hummels y el guardameta intervino. Luuk también se las vio y deseó para superar al helvético, que no le concedió ni un milímetro.
El cancerbero sostuvo a su equipo justo cuando sufrió un revés con la lesión de Sancho, aunque fue menos leve con la entrada de Reus. Tras un gol anulado a Füllkrug, que estaba ligeramente adelantado en una acción a balón parado, el PSV desperidicó una ocasión imejorable para haber forzado la prórroga. Luuk tiró una pared con Teze y el ariete, ya delante de Kobel, mandó la pelota por encima de la portería.
Y del posible 1-1 se pasó al 2-0 definitivo gracias a un resbalón de Babadi. Reus estuvo atento para recoger el esférico y se plantó solo ante Walter Benítez, al que superó con un toque con la pierna derecha. Punto y final a la historia.