En el partido de octavos de final de la Copa Asiática entre Iraq y Jordania se presentó la expulsión más irreal de los últimos años.
Los hechos se dieron en el minuto 76, cuando el delantero Aymen Hussein puso el 2-1 a favor del cuadro iraquí y celebró su anotación simulando comer césped.
Este último hecho precisamente dio al traste para que el árbitro del compromiso le mostrará la segunda amarilla y de paso la roja.
Iraq terminó cayendo 2-3 tras una remontada agónica de los jordanos, quienes igualaron al 90+5' y se pusieron por delante en el marcador dos minutos después.
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