El fútbol está lleno cosas curiosas que nunca pasan desapercibidas y se guardan en el recuerdo con el paso del tiempo.
Esta vez, en el encuentro de la Bundesliga de Alemania entre el Wolfsburg y el Köln ocurrió un hecho que rozó el surrealismo.
Todo sucedió en un momento del encuentro, cuando Thorben Siewer, árbitro asistente del choque, recibió un pelotazo en la cara y quedó conmocionado por unos minutos. Hasta tal punto que tuvo que abandonar el partido ante la imposibilidad de continuar.
Así pues, Nicolas Winter, que era el 4º árbitro, tuvo que realizar las funciones del línea que se marchó lesionado, dejando la plaza que estaba ocupando hasta el momento libre. Esto hizo que, desde la megafonía del estadio, se preguntase si algún aficionado, con la titulación requerida para ello, se encontraba presente y se quería ofrecer voluntario para que el transcurso del choque siguiese con normalidad.
Ahí apareció el inesperado héroe del día, Tobias Krull, que es un portero de la Sexta División y que poseía la titulación necesaria para ello. El aficionado no lo dudó ni un instante, bajó al campo y se vistió de corto para que el partido siguiese adelante con normalidad y finalizase con el empate a uno entre ambos conjuntos.