Este sábado el Chelsea se llevó el duelo del oeste del Támesis ante el Fulham gracias a un tanto desde los 11 metros de Cole Palmer, el único brote verde de unos 'blues' que aún no encuentran un sello de identidad.
Son 3 triunfos seguidos en Premier League para los del argentino Mauricio Pochettino y un bálsamo tras la derrota en la ida de semifinales de la Copa de la Liga frente a un Segunda como el Middlesbrough, pero el equipo aún deja mucho que desear y, de no ser por una genialidad de Palmer, podrían haberse estrellado este sábado de nuevo en casa.
Porque este Chelsea es tan esperpéntico que su dueño, Todd Boehly, colocó a 7 actores en la grada que se levantaron cada 10 minutos con diversos gestos, como lavarse los dientes o leer un libro, para promocionar una de las películas de su productora. Esto, detrás del banquillo de Mauricio Pochettino, y ante la sorpresa de todos los presentes, que se preguntaban quién demonios era esta gente.
Esta decisión, en un Chelsea que no generó prácticamente nada en la primera parte, era la mejor definición posible de un equipo en el que su dueño parece estar desconectado de la situación del mismo.
Solo un destello de Palmer, el mejor esta temporada, rompió esa insipidez. En el último minuto de la primera parte, filtró una pelota para Raheem Sterling dentro del área y al extremo inglés se lo llevó puesto Issa Diop.
El Chelsea, que tendría que haber jugado con uno menos desde el minuto 38, cuando se le perdonó la expulsión a Malo Gusto por un plantillazo, se encontró de repente y sin merecerlo con un penalti para adelantarse. Y Palmer, que suma 9 goles en Premier League, engañó a Bernd Leno y provocó que la afición 'blue' se fuera con un regusto dulce al descanso.
Era un espejismo, claro, el Chelsea dista mucho de una seguridad y una confianza para manejar esta clase de partidos y, aunque pudo sentenciar, con un disparo al palo de Conor Gallagher, fue el Fulham el que terminó exprimiendo a la defensa de Pochettino, que acabó con cinco hombres atrás para defender el resultado.
Para su fortuna, las faltas de Willian y Andreas Pereira, así como un remate a placer de Raúl Jiménez, no fueron suficiente para superar a Djordje Petrovic, que ante la ausencia de Robert Sánchez acumula ya 2 puertas a 0 en Premier.
Con este triunfo, el Chelsea se mete por primera vez entre los 8 primeros de la clasificación, con 31 puntos, los mismos que el Manchester United pero aún a ocho de los puestos de Europa League. El Fulham se queda décimo tercero, con 24 unidades.