El equipo del Toluca, rival del Club Sport Herediano en la Copa de Campeones de la Concacaf, realiza cuidados especiales en su cancha de cara a una nueva temporada.
Cuando los Diablos Rojos del Toluca decidieron remodelar el Estadio Nemesio Diez en 2016, también cambiaron el césped del mítico inmueble sin imaginar que la zona donde se proyecta la sombra del techo en la zona de preferente tendría que recibir un trato especial ante la escasa luz de sol que llega ahí.
Esta zona recibe muy poco sol porque es cubierta la mayor parte del día por el techo del inmueble y por eso recurrieron a un césped especial a prueba de los climas más desafiantes en la casa de los Diablos Rojos.
Se trata del pasto kikuyo, un césped que resiste las bajas temperaturas del invierno en el Estado de México, en especial de Toluca donde el frío es inclemente debido a que la ciudad se ubica 2600 metros por encima del nivel del mar, pero también resiste los calores y lluvias del verano.
“La base de toda la cancha es un césped de nombre kikuyo, cuando tenemos el invierno metemos en toda la franja de sombra dos especies de invierno que es raigrás o festuca. Nosotros normalmente hacemos la primera siembra a principios de octubre, entonces hacemos trabajos de aireación con huecos, hacemos un corte muy bajo y sembramos esta semilla con un retape de arena sílica".
“Normalmente tarda una semana en germinar esta semilla y de ahí otras dos semanas más en establecerse de manera segura”, explicó Jorge Escalona, gerente de mantenimiento del Estadio Nemesio Diez y de las canchas de Metepec del Deportivo Toluca".
Escalona es el encargado de tener en su apogeo el césped de los Diablos Rojos y quien ha encontrado la forma de tener una de las mejores canchas de la Liga MX siempre lista para el futbol después de algunos episodios en los que el césped no lucía apto para el juego en 2018.
“A partir de noviembre que la cubierta (del techo del estadio Nemesio Diez) empieza a generar esta sombra lo que hacemos es empezar a meter unas lámparas que nos ayudan para el crecimiento del pasto, lo que hacen es darle luz y calor para mantener, sobre todo, el kikuyo, que es el césped que entra en dormancia y tiende a hacerse amarillo durante el invierno". No es un proceso sencillo pues la labor de tener un césped listo es un trabajo de todo el año, más allá de los tiempos en que no hay futbol en el coloso de Toluca. Sin embargo, gracias al césped kikuyo de grama gruesa y resistente es posible darle un tratamiento minucioso para que pueda jugarse al futbol.
“Con estas lámparas que tenemos, cubrimos media cancha y lo que hacemos es una noche la mitad y a la siguiente noche nos vamos a la otra mitad. Esto lo hacemos hasta mediados de febrero que la sombra ya está de regreso y en marzo nos vamos preparando para nuevamente hacer otra transición, empezar hacer a un lado el césped de invierno y hacer los mismos trabajos de antes pero ahora con semilla de kikuyo y arena para que la cancha esté completamente parejita para el verano”.
Un estadio ubicado en sentido peculiar
Una de las explicaciones para esta situación es que el Estadio Nemesio Diez es el único inmueble de Primera División en México que está ubicado de Oriente a Poniente debido a que se hizo en el corazón de la ciudad y no de Norte a Sur como el resto; así que esto complica que llegue el sol a todas las zonas del césped.
Javier Rui-Wamba, ingeniero de Caminos, publicó un estudio en el que explica por qué los estadios de futbol deben estar construidos de norte a sur.
“La posición del sol debe ser tenida en cuenta, también, para situar la tribuna principal, con objeto de que los espectadores que la ocupen se enfrenten al sol y se ernte, por otra parte, que la tribuna arroje sombras sobre el terreno que pueden dificultar la visión del juego”.
Así que todo estará listo en el infierno del Nemesio Diez para la Jornada 2 del Clausura 2024 cuando los Diablos Rojos reciban a Mazatlán en el estadio más “europeo” de la Liga MX.
Fuente: Mediotiempo México