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Falleció la leyenda brasileña Mario Zagallo, único tetracampeón mundial como jugador y técnico

Decretan siete días de luto en el fútbol brasileño por la muerte de Mario Zagallo

El ex jugador y técnico brasileño, Mario Jorge Lobo Zagallo, falleció este viernes 5 de enero a los 92 años, dejando tristeza y dolor en el mundo del fútbol. 

Zagallo fue uno de los grandes símbolos de Brasil: fue campeón de los Mundiales de 1958 y 1962, como jugador, al lado de Pelé; fue técnico campeón en 1970; mientras que se coronó en la Copa del Mundo de 1994 como coordinador de la Confederación Brasileña de Fútbol y asistente técnico de Carlos Alberto Parreira.

Zagallo es el único que ha logrado ganar dos títulos mundiales como jugador y dos en cargos técnicos. 

    

La única final que Zagallo perdió, de las cinco en que estuvo, fue la del Mundial de Francia 1998, cuando era coordinador técnico de la selección y en la que los anfitriones se impusieron 3-0 a Brasil.

La leyenda brasileña venía padeciendo por su salud desde el pasado mes de agosto, cuando fue internado en Río de Janeiro para un tratamiento de una infección urinaria.

En octubre del año pasado, Zagallo se convirtió en el tercer ídolo inmortalizado con una estatua de cera de tamaño natural en el Museo de la Selección Brasileña.

Como jugador, se le recuerda por ser un atacante valioso para América de Rio, Flamengo y Botafogo, así como en la selección de su país.

Zagallo también dirigió a las selecciones de Kuwait, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Con la selección de Arabia fue campeón de la Copa Asiática de 1984.

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Nuestro director Everardo Herrera Soto junto al legendario Mario Lobo Zagallo en el Mundial de México 86: "Zagallo era una persona muy accesible, alegre y humilde, muy fácil de abordar, un hombre apasionado con el fútbol" 

Repaso de la carrera de Zagallo 

Mario Jorge Lobo Zagallo, nació el 9 de agosto de 1931 en Maceió, al norte de Brasil y su carrera en el futbol profesional, comenzó en 1950 con, America do Río.

Hormiguinha como fue apodado en sus incios, pasó por equipos como Flamengo (1949 – 1958) y Botafogo (1958 – 1965), así como la Selección de Brasil (1958 – 1964).

Para el mundial de Suecia 58, el Lobo se coló de último momento al equipo de Vicente Feola, técnico de la Canarinha. En ese mundial, Mario Zagallo jugó todos los partidos y marcó un gol en la final, contra los anfitriones, ganando el mundial con Brasil por primera vez en la historia.

Cuatro años después, en Chile 62, también fue convocado a un mes de comenzar la justa mundialista, dónde le anotó a México en el partido inaugural y levantó la copa Jules Rimet, por segunda ocasión.

Zagallo, se retiró de las canchas en 1965 y afrontó el mundial de México 70 como estratega de Brasil, comandando el que para muchos es el mejor equipo que ha disputado una Copa del Mundo y viendo el nacimiento del jogo bonito, con jugadores como Pelé, Carlos Alberto, Jairzinho, Rivellino, entre otros. Golearon a todos sus rivales, incluyendo a Italia en la final y ganando la tercera Copa del Mundo para Brasil.

Mario fue el auxiliar técnico de Carlos Alberto Parreira, campeón del mundo en México 70, en la obtención del 4to título mundial del scracht du oro y del mítico Lobo.

En el mundial de Corea – Japón 2002, Zagallo viajó con el equipo dirigido por Luis Felipe Scolari como un asesor y motivador para los jugadores. A pesar de que Brasil ganó dicho mundial, no se le suma a su palmarés por no estar registrado en la lista oficial del equipo.

Mario Zagallo ha estado presente en los cinco títulos que ha ganado la Selección de Brasil en toda su historia. 

Por qué Mario Zagallo tenía tanta pasión por el número 13

La relación entre Zagallo y el número 13 se prolongó durante toda la carrera. 

La relación surgió a raíz de Alcina de Castro Zagallo, su esposa durante 57 años (murió en 2012). Era devota de San Antonio, cuyo día se celebra el 13 de junio, y de ahí surgió su incansable búsqueda de las trece letras. Los dos se casaron el 13 de enero de 1955. Como jugador, Zagallo cambió el número de su camiseta por superstición. Tenía 11 años y cumplió 13. Vivía en el piso 13 de un edificio en Río de Janeiro y su auto tenía matrícula 1313.

En el Mundial de 1994, el entrenador era Carlos Alberto Parreira y Zagallo era su mano derecha. Como al técnico no le gustaban mucho las entrevistas, Zagallo (tres veces campeón como jugador y a punto de ganar como coordinador técnico) deleitó a periodistas y público con sus relatos. Agregué letras y palabras en busca de otras 13.

La clasificación del país para el Mundial fue difícil y fue derrotado por Uruguay, en una presentación de gala de Romário. “Brasil + Uruguay dan 13”, dijo Zagallo. En una entrevista publicada por la revista VEJA poco antes de la final de 1994, explicó que, gracias al número 13, tenía seguro el título en aquella competición. “Gané por primera vez en el 58. Cinco más ocho son trece”, dijo. “Voy a ganar en el 94. Nueve y cuatro también son trece”, dijo antes del partido contra Italia y a pocas horas de conquistar su cuarto título.

En 1998 fue entrenador, pero el título de la Copa de Francia no llegó. La fe, sin embargo, le hizo creer hasta el final en la que sería su quinta victoria nacional en Mundiales. Al fin y al cabo, afirmó Zagallo, “el campeón brasileño tiene 13 letras”.

En 1999, meses después de la derrota en la final de la Copa de Francia, Zagallo regresó a los clubes y abandonó temporalmente la selección. En su presentación en Portuguesa, explicó que elegir un hotel en la capital paulista no fue lo más fácil. Exigió un espacio en el piso 13 y aceptó de mala gana el apartamento 1312. “Ya estaban ocupados 1.313”, explicó. Zagallo regresó al equipo, ayudando nuevamente a Parreira, ahora en el Mundial de 2006. Estaba seguro del triunfo en su debut porque “Brasil + Croacia son 13”. El partido terminó 1-0 para los brasileños.

Zagallo era el último de los titulares de la final del Mundial de 1958 que seguía con vida

La selección de Vicente Feola venció a Suecia por 5-2 en la final del Mundial de 1958: Gylmar, Djalma Santos, Orlando, Bellini, Nilton Santos; Zito y Didi; Garrincha, Vavá, Pelé y Zagallo.

De los 22 campeones, sólo cuatro están vivos. Dino Sani, Mazzola, Pepe y Moacir. 

Vea la fecha de muerte del equipo campeón en 1958:

Gilmar - Murió en 2013

Djalma Santos - Murió en 2013

Orlando - Murió en 2010

Bellini - Murió en 2014

Nilton Santos - Murió en 2013

Zito - Murió en 2015

Didi - Murió en 2001

Garrincha - Murió en 1983

Vavá - Murió en 2002

Pelé - Fallecido en 2022

Zagallo - Murió en 2024

Por qué el número 13 ayuda a contar la historia de Zagallo

Zagallo moldeó el mágico equipo de Brasil en el Mundial de 1970 

Debutó como entrenador de la selección canaria -como le gustaba llamar a Brasil- recién el 22 de marzo de 1970, tras la polémica salida de su cargo de João Saldanha. Faltaban apenas tres meses para el Mundial de México, y ciertas decisiones tomadas tras unos cuantos partidos de observación terminaron ofreciendo un ajuste mágico a aquel equipo plagado de estrellas.

Definió a Félix como portero titular en detrimento de Leão y Ado. Fijó a Piazza -que jugó varias veces como mediocampista en ese ciclo- en la dupla defensiva con Brito. Esto abrió espacio para el entonces joven Clodoaldo como primer centrocampista. Más ligereza, habilidad, velocidad y dinámica. La calidad de la parte inicial del equipo aumentó aún más.

Sin embargo, lo más exaltado viene después. Gérson, Rivellino, Pelé, Jairzinho y Tostão se combinaron de una manera nunca antes vista, y comprender las características de cada uno de ellos fue fundamental para que Zagallo creara un conjunto de movimientos básicamente nuevos. Hubo una época de equipos mucho más intuitivos y basados ​​en la capacidad individual de crear.

El Viejo Lobo no coartó la creatividad y libertad de ninguno de ellos al definir sectores de ocupación de espacios y combinaciones diseñadas para que el equipo tuviera equilibrio y el balón pudiera circular sin problemas, generando siempre situaciones favorables a las mejores características de cada uno.

Un ''falso nueve'' hace 54 años

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¿Es posible responder, por ejemplo, quién era el delantero centro del equipo en 1970? Tostão y Pelé partieron desde el centro del ataque. El primero, ligero como una pluma y muy inteligente en la lectura de la táctica del equipo, circulaba por el centro del campo, compensando muchas veces por la izquierda las diagonales que hacía Rivellino hacia el centro del campo.

''Riva'' no era un extremo de izquierdas. Zagallo lo convenció para defender el sector. Marca al lateral derecho contrario. Retirándose muchas veces a su propio campo, compactando a Everaldo. La frase "las estrellas no anotan" no se aplicaba a Brasil en 1970. Porque eran muchas y no habría manera de ser un equipo competitivo si no lo hicieran.

Jairzinho, muy decisivo en la conquista, siguió haciendo lo propio por la derecha, ayudando a Carlos Alberto Torres. Tostão y Pelé pelearon primero en el medio, por delante de Clodoaldo y Gérson, que protegieron la entrada al área.

Marcar con todo el equipo en su propio campo fue en realidad una estrategia de ese equipo en periodos de algunos partidos. Muy bien preparada físicamente desde que entrenó en la altura mexicana -otra acertada decisión de la comisión dirigida por Zagallo-, anotó y aceleró como ninguna en rápidos contraataques. Duró largas distancias con facilidad.

Si Rivelino centralizó para asistir a Gérson y Clodoaldo en la articulación central, y Tostão se movió hacia la izquierda, ya que Everaldo era un lateral que apenas se movía más allá del mediocampo, en el lado derecho la dinámica fue otra. Jairzinho, como un 'Huracán', entró en diagonal hacia el área, hizo compañía a las infiltraciones centrales de Pelé y abrió el pasillo a los avances de Carlos Alberto.

El conjunto de factores tácticos descritos anteriormente eran muy inusuales en la época y comenzaron a implementarse a medida que avanzaba el trabajo de Zagallo dentro de la selección. ¡El equipo más bello de la historia del fútbol contó con el aporte decisivo de su comandante!

Quizás uno de los ejemplos más exitosos de comprensión táctica de cada jugador y de cómo estrellas como esas podrían mejorarse aún más en el contexto del fútbol de la época. ¡Golpe maestro!

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