Un gran escandalo se ha presentado en la Liga del fútbol de Grecia donde actualmente militan tres ticos.
Álvaro Zamora y Ronald Matarrita con el Aris y Cristopher Núñez en el Lamia.
Giorgos Kominis, árbitro griego conocido por haber sido amenazado por el presidente del PAOK de Salónica durante un partido contra el AEK de Atenas en 2018, reconoció este sábado haber tomado una decisión para cambiar el resultado final del partido.
Dice que lo hizo por temor por sus familiares.
El hombre fuerte del PAOK, Ivan Savvidis, irrumpió en el terreno de juego durante ese partido en marzo de 2018, con un arma en la cintura, para amenazar al árbitro que venía que anular un gol a su equipo, por fuera de juego, en el minuto 90.
Kominos modificó entonces su decisión, concediendo el gol al PAOK, que luchaba por el liderato de la Super Liga helena, con una victoria 1-0.
Pero el árbitro no pudo convencer al AEK de regresar al terreno de juego para que el partido se terminase por los cauces normales, después de que los jugadores del conjunto ateniense se negasen a reanudar el encuentro después del incidente.
Giorgos Kominis explicó al medio betarades.gr haber influido en el resultado del partido ante el temor por lo que pudiese ocurrirle a su familia.
"Ese partido atormentó mi carrera", confesó el árbitro. "Viví con miedo", añadió.
También contó su indignación cuando dos personas situadas fuera de los vestuarios amenazaron a su mujer, ante la mirada indiferente de la policía.
Más adelante, "una gente siguió a mi mujer en el supermercado cuando ella estaba embarazada de ocho meses. No se lo había dicho a nadie anteriormente", añadió.
Este sábado, el antiguo árbitro aseguró además que el árbitro asistente le dijo textualmente 'el gol es fuera de juego'. "¿Pero quién puede anularlo aquí?", aludiendo a la presión del público del PAOK.
El incidente había llevado al gobierno a suspender el campeonato griego durante cerca de tres semanas.
Ivan Savvidis, influyente empresario greco-ruso, fue inicialmente condenado a 25 meses de prisión en suspenso. Una sanción reducida a ocho meses por un tribunal de apelación el pasado mes de mayo.
Kominis, por su parte, fue excluido de la nómina de árbitros dos años después del incidente.
Una gran polémica que ha generado todo un debate en el balompié griego.