Un nuevo acto de violencia se presentó este domingo en el fútbol francés, cuando los ultras del Olympique de Marsella atacaran el autobús del Olympique de Lyon a su llegada al estadio y que terminó con el técnico, Fabio Grosso, con una lesión en su ojo izquierdo.
Y es que los ultras del Marsella le lanzaron piedras y latas de cervezas sobre el autobús destrozando varias ventanas, una de ellas en la que se encontraba sentado el técnico italiano.
El estratega debió ser atendido de inmediato y recibiendo 13 puntadas en su ojo. Por este incidente el compromiso fue suspendido por las autoridades y de momento no se ha dado a conocer una fecha de reprogramación.
Ahora ante este nuevo acto violento, la ministra de Deportes de Francia, Amélie Oudéa-Castera, condenó lo ocurrido en la noche del domingo durante unas declaraciones a RMC y pidió a los clubes prohibir el ingreso de los ultras.
"Sí, fue la decisión correcta (la suspensión del encuentro). Es totalmente espantoso. Es repugnante, estos actos de odio, estupidez, la negación misma de los valores del fútbol y del deporte, es alucinante. Debemos encontrar rápidamente a los culpables para que puedan ser severamente castigados", dijo Oudéa-Castera.
"Prohibiciones de acceso a los estadios para estos imbéciles que agua la fiesta a 70.000 personas. Igual que para esos saludos nazis, esos cánticos homófobos que vomitan odio, esos gritos de mono. ¡Fuera! No pertenecéis a nuestros estadios", añadió.
Hasta el momento las autoridades han detenido a nueve ultras del Marsella y las investigaciones continúan.