Este miércoles los equipos del Celtic y Atlético de Madrid firmaron las tablas con un empate 2-2 en Escocia por la tercera fecha en la fase de grupos de la Champions League.
Un duelo donde los colchoneros empezaron dormidos y se llevaron el golpe de los dos tantos en contra.
En la segunda mitad, el conjunto español fue superior, pero no logró desnivelar la balanza hacia su lado.
Los rojiblancos sumaron un punto y perdieron la primera plaza del grupo a merced del Feyenoord.
a los 4 minutos de partido, los locales ya se habían puesto por delante en el marcador. En un despiste de la zaga, O'Riley tiró una pared con Kyogo Furuhashi, que le ganó la espalda a un lento y despistado Javi Galán, y batió a Oblak con un toque sutil para que el 1-0 subiese al marcador.
Un tanto que no le hizo venirse abajo a los rojiblancos, que tocaron y maduraron la jugada en busca del empate. No obstante, los escoceses no cambiaron su plan inicial y siguieron generando peligro por las bandas, con un Maeda y Palma estelares, que volvieron completamente loca a la zaga 'colchonera'.
La defensa rojiblanca estaba tocada y no dio síntomas de mejora. Lentos, con falta de comunicación entre ellos y fallo en las marcas. Algo que no desaprovechó su rival, que siguió acechando la portería de Oblak y sin apenas sufrir ocasiones claras de gol.
Superado el ecuador de la primera mitad, el Atlético recibió un atisbo de esperanza. En una internada en el área de Nahuel Molina, el argentino cayó en su pugna con Taylor y el colegiado decretó la pena máxima. Fue Griezmann el que se animó a lanzarlo, pero entre Hart y el palo evitaron el tanto. Eso sí, el rechace le quedó franco al francés, que, a puerta vacía, colocó el 1-1 en el electrónico.
Pero esto no fue más que un caramelo en la boca del Atleti cuyo sabor se volvió amargo. Apenas 3 minutos después, el Celtic se volvió a poner por delante de nuevo. Una vez más, fue en una jugada por banda, estaba vez la derecha, y con una floja defensa rojiblanca. Maeda le ganó la partida a su defensor y metió un centro pasado al área. Apareció al segundo palo y libre de marca Palma, que cruzó con potencia el disparo, pero el esférico, que fue desviado por la rodilla de Hermoso, se coló al fondo de la red de la portería de Oblak.
Insistió el Atlético percutiendo a la defensa rival, pero el tiempo pasaba y el marcador seguía a favor de los locales. Al filo del descanso, Witsel vio puerta tras una prolongación de Savic en un saque de falta. Sin embargo, el belga estaba ligeramente adelantado y el alemán Felix Zwayer decretó fuera de juego.
No hubo tiempo para más en una primera mitad donde el Celtic fue superior. No solo por su buen hacer, sino por la falta de intensidad y de soluciones del conjunto del Cholo Simeone. El argentino tenía que cambiar el rumbo del partido en el descanso.
Fue consciente el Cholo de que tenía que cambiar cosas en el equipo si quería salir con algo positivo de su visita a Glasgow. Así pues, Llorente y Riquelme saltaron al campo en el descanso. El '14' fue la nota positiva de los rojiblancos, que comenzaron a acechar la portería de su rival y a presionar con ganas y hambre.
Fruto de ese trabajo arriba, el empate se colocó en el marcador en el minuto 53. Luchó y creyó Marcos Llorente, que se acabó llevando la pelota y metió un centro al corazón del área. Allí apareció Morata, que le ganó la posición a Carter-Vickers y remató, previo bote, de cabeza al palo largo de Hart.
Este gol llenó de moral a un Atleti que creyó, una vez más, en una nueva remontada. Morata volvió a tener en sus botas el tanto, pero su chut le salió demasiado centrado y Hart se hizo con el esférico.
Mientras tanto, el Celtic siguió buscando la carrera de Maeda a la espalda de la defensa, pero el cansancio ya comenzó a hacerse notar en los escoceses. Eso sí, resistió y se defendió con uñas y dientes el conjunto de Brendan Rodgers, que tuvo sus opciones.
En el 77', Correa, tras una gran acción a la media vuelta en el interior del área, se sacó un potente chut que repelió Hart con los pies. Siguió luchando el Atleti en busca del tercero, pero los acontecimientos no se desarrollaron de la forma esperada.
De Paul se pasó de frenada en el intento de recuperar la pelota y acabó recibiendo la segunda amarilla. Se quedó con uno menos el conjunto 'colchonero', que dio un paso atrás y trató de conservar el punto que en ese momento ya tenía en su poder.
Celtic Park fue un aliento extra para su equipo, que lo intentó sin cesar y trató de llevarse la victoria. No obstante, ya no hubo tiempo para más y Felix Zwayer decretó el final del tiempo reglamentario con el consiguiente empate a dos.