El equipo de River Plate derrotó este domingo 0-2 a Boca Juniors en el 'Superclásico' de la séptima jornada en la Copa de la Liga Argentina.
El conjunto de Martín Demichelis sacó tres puntos importantes en La Bombonera.
El duelo no decepcionó. Gestos de calidad, riqueza en fútbol, en tarascadas y en tensión, todo salpicado con un toque de polémica, ayudaron a generar un enfrentamiento que ofreció todo lo que se esperaba del mismo.
Salomón Rondón abrió la cuenta en la primera mitad. El delantero interceptó, sin querer, un disparo de Enzo Pérez desde la frontal, pero lo desvió perfectamente para confundir a Sergio Romero y obrar el 1-0. El tanto estuvo precedido de un error de Juan Ramírez en una entrada a ras de césped con la que trató de despejar la pelota y solo consiguió devolverla al bando rival.
Otro suceso previo, un codazo de Paulo Díaz a Weigandt, provocó uno de los grandes líos del partido. Aunque es cierto que el defensa golpeó al lateral en una disputa por el cuero unos segundos antes de que los visitantes llegaran a las inmediaciones del 'Chiquito', hubo varios cambios de posesión antes del tiro definitivo, de modo que el colegiado tenía argumentos para decidir, en consenso con el VAR, que el tanto era válido.
Que Rondón apareciera en la lista de goleadores, al fin y al cabo, fue lo justo teniendo en cuenta su actuación. En una primera mitad en la que River Plate llevó la iniciativa, él se antojó clave no solo como referencia en punta, sino para acudir a la zona de tres cuartos y limpiar balones que llegaban sin un dueño claro. Él se encargaba de bien bajarlos, bien distribuirlos a algún compañero o bien usarlos para sortear a algún oponente.
Su buen hacer se fue disipando conforme el cronómetro avanzó y el conjunto de Martín Demichelis gozó de menos espacios para funcionar así, con el manejo de la pelota. Como en cada 'Superclásico', llegaron los periodos de choque, de confrontración y de faltas. Sobrevivir en este tipo de compases se antoja clave y los 'millonarios' lo lograron a pesar de varios ratos en los que las mejores ocasiones caían del lado de Boca Juniors.
Esto ocurrió, principalmente, en el inicio de la segunda mitad, cuando, gracias a una batería de tres cambios propuesta por Jorge Almirón, su escuadra se plantó bastante superior en el césped y pudo haber firmado el empate perfectamente. En los minutos iniciales, Darío Benedetto se vio demasiado solo arriba a la hora de tratar de capitalizar las oportunidades del 'Xeneize' y, más tarde, Edinson Cavani tomó su relevo aunque compartieran espacio en el verde.
De hecho, el ex del Valencia llegó a marcar el 1-1 en otra de las jugadas que darán de qué hablar durante toda la semana. Ya entrada la segunda mitad, recibió un centro a la espalda de la defensa, lo remató, casi sin querer, con el hombro, y le dio al larguero. Entonces, explotó el rechace con un remate de tijeras que, a juicio del linier, tuvo lugar después de que estuviera en posición antirreglamentaria en el momento del pase.
Aunque el 'Arquero' gozara de varias ventanas para anotar, sus intentonas tan solo fueron un espejismo en un partido en el que el control estuvo más bien en las botas de los jugadores de River Plate. Con el avance del tiempo, se confirmó esta sensación, pues la nómina de oportunidades no dejó de rondar los palos de Sergio Romero, que tuvo que protagonizar alguna que otra acción de mérito, aunque no pudo evitar encajar la sentencia en el tiempo añadido.
Durante el descuento, con los de Jorge Almirón entregados a la parcela ofensiva -a estas alturas, su alineación era prácticamente una línea de 4, otra de 2 y otra de 4 para atacar-, Enzo Díaz recibió el rechace de un mano a mano de Colidio con el 'Chiquito' y anotó a placer el sello de los tres puntos. Son buenos momentos para ser 'millonario' en el 'Superclásico', pero el tradicional duelo no decepciona.