Un doblete y una asistencia de Bruno Fernandes marcaron este sábado la diferencia en el triunfo de Portugal sobre Bosnia (3-0), en un partido en el que los de Roberto Martínez volvieron a brillar, aunque con ciertos dolores de crecimiento.
En una exhibición con momentos en los que quedó claro que aún hay margen de mejora, Portugal cumplió ante Bosnia, que acabó por ceder ante el talento de jugadores como Fernandes, Cristiano Ronaldo o Bernardo Silva, que siguen imparables incluso después de una larga temporada.
Frente al equipo balcánico, Portugal empezó más cauto que explosivo, y le costó crear espacios, gracias a que Bosnia bloqueaba con eficacia cualquier hueco, pero también a la lentitud que los portugueses imprimían a su propio juego.
Cuando por fin el duelo cogió ritmo, fue Bosnia la que dio el susto con un centro de Dedic en el minuto 21 que forzó, intencionadamente o no, una difícil parada de Diogo Costa.
Instantes después, Portugal dejó de lado la prudencia para encender el turbo, aunque momentáneamente, e incluso llegó a poner el balón en el fondo de las mallas, pero el fuera de juego impidió a Cristiano Ronaldo aumentar su cuenta goleadora.
En el otro lado del campo, fue Dzeko quien tuvo en sus pies una oportunidad de oro, pero, aislado frente a Costa, no fue capaz de finalizar de la mejor manera.
Y en el minuto 44, la velocidad, esta vez la de Guerreiro, marcó la diferencia. El lateral del Borussia Dortmund encontró a Cristiano, que, pese a estar muy presionado, consiguió ceder el balón a Bruno Fernandes, quien asistió a Bernardo Silva para abrir el marcador y cerrar con broche de oro un primer tiempo muy deslucido de los de Roberto Martínez.
La 2ª parte comenzó con un momento insólito, cuando un aficionado con la bandera portuguesa invadió el terreno de juego para abrazar a Cristiano Ronaldo, hacerle una reverencia e imitar su icónica celebración para diversión del público.
De vuelta al partido, la selección de las 'quinas' trató de manejar el juego y la posesión, pero esta vez de forma más controlada que en la primera parte.
Tras una larga espera, el segundo gol de Portugal llegó en el minuto 77 por mediación de Bruno Fernandes, que cabeceó a la red un precioso centro de Rúben Neves.
Portugal amenazó con un tercero poco después, cuando Cristiano logró aislarse y ceder el balón a Diogo Jota en el área, que el arquero bosnio detuvo.
A pesar de no marcar, Cristiano Ronaldo ofreció una excelente exhibición en su partido 199 con el equipo que capitanea, en el que sirvió de hilo conductor de la táctica de Martínez sobre el terreno de juego, y fue recompensado con cánticos de su nombre por parte del público luso.
Pero la figura de la noche fue realmente Bruno Fernandes. Incluso con sus más de 6.000 minutos en las piernas, aún le quedaba energía en el 93' para realizar un disparo fatal en el centro del área que supuso su doblete y el tercero y último del marcador.