Croacia derrotó en tiempos extras 2-4 a Países Bajos para clasificarse a la final de la UEFA Nations League por primera vez en su historia.
Fiesta neerlandesa en De Kup, allí donde Países Bajos buscaba meterse en la gran final que organizará el próximo domingo, en ese mismo estadio.
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En equipo de Ronald Koeman intentó ser más ofensivo en el contexto de un partido chato, de vuelo bajo y mucha fricción, pero terminó encontrando la apertura con un buen ataque a diez minutos de descanso. Donyell Malen, de Borrusia Dortmund, culminó el toqueteo cruzando un gran remate desde el vértice derecho del área.
El 1-0 parecía volcar todo a favor de Países Bajos, sin embargo la siempre intensa Vatreni de Zlatko Dalic encontró la chance de empatar tras un penal de Gakpo sobre Luka Modric en el ingreso al área. Andrej Kramaric cobró la boleta con sutil remate al medio del arco, dejando sin ninguna chance a Blijlow.
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Desde ese momento Croacia mantuvo su crecimiento, fue más que el rival y terminó confirmándolo en el marcador cuando faltaban 18 minutos para el cierre. Ivanusec bailó sobre su marca en izquierda del área y sacó el centro bajo que Mario Pasalic conectó al 2-1.
Y Países Bajos fue a buscarlo con el corazón en el mano, con más empuje que juego, y tras una clara opción fallida terminó empatándolo en el último de los seis minutos adicionados.
Una serie de rebotes en el área croata terminó con Noa Lang, de Brujas, clavándola contra la portería de un Livakovic sorprendido. Agónico 2-2 y prórroga.
Durante el primer tiempo extra Croacia recuperó el resultado gracias a un golazo de Bruno Petkovic, que tras recibir de Modric sacó el potente remate desde afuera del área que picó justo por delante de Blijlow para inflar la red.
Frenkie de Jong, superado por Petkovic en la acción del tercer gol croata, casi mete un cierre contra propia puerta.
Países Bajos tuvo el empate con un tiro de Wijnaldum bien bloqueado por Livakovic, el rebote quedó vivo y Noa Lang, autor del agónico empate, no logró atinar contra el arco desprotegido. Fue la bala de plata del local.
Croacia terminó liquidando en el segundo tiempo extra, tras un evitable penal de Malacia. Luka Modric, capitán y emblema, conectó el bien colocado derechazo para decretar la clasificación de su equipo a la gran final.
Esta tremenda generación croata merece un título, y lo buscará ante España o Italia el próximo domingo, nuevamente en Róterdam.
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