El entrenador portugués, José Mourinho, puede pagar muy cara su actitud en la pasada final de la Europa League.
La UEFA informó este viernes que ha abierto un procedimiento disciplinario contra el técnico de la AS Roma después de los insultos que profirió a los árbitros, y también contra los dos equipos implicados en la final por diferentes hechos que sucedieron a lo largo del partido.
Mourinho se enfrenta a una dura sanción por el empleo de un "lenguaje insultante/abusivo contra un oficial de partido", tal y como señaló el máximo organismo del fútbol europeo. 'Mou' no quedó nada satisfecho con la actuación de Anthony Taylor, el colegiado principal, y de sus asistentes en la final así que cargó gran parte de la culpa de la derrota ante el Sevilla en los colegiados.
El luso se pasó una buena parte del encuentro provocando y metiéndose en peleas verbales con el banquillo del equipo español, pero todo fue mucho más allá cuando el partido se terminó. En el parqueo de autobuses, Mourinho esperó al colegiado y le dedicó varios insultos a escasos centímetros de él. "Eres un puto desgraciado", "es una vergüenza" o "por la puta cara" fueron algunos de improperios que el entrenador dedicó a Anthony Taylor.
Además, la actitud de José Mourinho fue también criticada más allá de esos insultos al árbitro. El entrenador portugués abandonó la ceremonia de entrega de trofeos y regaló su medalla a un espectador en señal de desprecio antes de marcharse el primero hacia los vestuarios.
Más sanciones
Mourinho no es el único que se enfrenta a duras sanciones después de la final de la Europa League que tuvo lugar en Budapest. La UEFA también incluye al Sevilla y a la Roma en su procedimiento disciplinario y expone varios puntos por los que pueden ser penalizados.
Así, el equipo español puede ser castigado por invasión del terreno de juego, lanzamiento de objetos, encendido de bengalas y conducta impropia del equipo. La imagen de varios aficionados saltando al césped para celebrar el título fue también reprochable en una final europea.
Por su parte, la Roma afronta cargos como el lanzamiento de objetos, encendido de bengalas, actos de daños, alteración del orden público y conducta impropia del equipo, además del uso de un lenguaje insultante/abusivo contra un miembro del cuerpo arbitral del partido por parte del entrenador, José Mourinho.
Así, varios días después de su celebración, la final de la Europa League sigue coleando por motivos extradeportivos. La imagen más desagradable tuvo lugar este pasado jueves cuando varios aficionados de la Roma trataron de agredir e increparon al árbitro Anthony Taylor y a su familia en el aeropuerto de Budapest.
El colegiado trataba de coger el avión de vuelta a su casa cuando fue divisado por algunos hinchas de la Roma. Rodearon al trencilla, le insultaron, le arrojaron algunos vasos y hasta le lanzaron una silla de plástico, aunque la intervención de la policía evitó males mayores.