Zlatan Ibrahimovic, delantero del Milan, sigue con su mala suerte con las lesiones.
En un año en el que apenas ha podido jugar, volvió a tener problemas físicos en el calentamiento el domingo ante el Lecce y se quedó sin jugar.
Esta temporada, no pudo jugar ni un solo minuto hasta el 26 de febrero debido a una operación de rodilla que le tuvo más de 260 días en el dique seco. Regresó y disputó 16' ante el Atalanta. Pudo participar en la segunda mitad también frente a Fiore y Salernitana antes de marcar su primer tanto del curso ante Udinese.
Su vuelta estaba siendo más que propicia. De hecho, fue convocado por la Selección de Suecia y jugó unos minutos contra Bélgica, pero volvió a lesionarse a finales de marzo. Esta vez, fue el muslo el que le apartó de las convocatorias.
Y cuando ya estaba listo para volver al césped, unas molestias en la pantorrilla le privaron de ello. Pioli lo mandó a calentar ante el Lecce y fue en la banda cuando el sueco notó el dolor y tuvo que volver a sentarse en el banquillo.
Hay que recordar que Ibrahimovic no está inscrito en la Champions League, por lo que podría ser una buena pieza de rotación para el técnico en la Serie A de cara a los compromisos de semifinales ante el Inter. Pero eso será si, al final, la lesiones le dan respiro al delantero.
Por ahora se desconoce la magnitud del problema y el Milan no ha detallado cuál es el alcance de la lesión. Recién ahí se podrá saber con más claridad si es que estamos viendo los últimos momentos de la leyenda sueca como jugador activo o lo tenemos por un tiempo más en las canchas.