El adiós de Leo Messi, más irremediable a medida que pasan los días, está llamado a impactar enormemente en las cuentas del FC Barcelona y obligar a rehacer todos los números.
Según un artículo publicado en elperiodico.com de España en econ Messi se elimina una partida anual de 110 millones de euros, que es lo que le cuesta a la entidad el salario del argentino, de unos 50 netos. Huelga decir que la Hacienda española, tan estricta históricamente con el rosarino, pierde a un destacado contribuyente.
Con la marcha de Messi se ahorra el club la quinta parte de los gastos en jugadores y entrenadores, en 492 millones en estos momentos. Se ahorra el 10% del presupuesto total antes de pandemia (ahora ese porcentaje crece sustancialmente tras los 200 millones en caída de los ingresos). Y se ahorra el quebradero de cabeza en que se había convertido para la presidencia cada una de las renovaciones del argentino, la del 2021 si no hubiera estallado la guerra del burofax.
Pero desde el punto estrictamente económico -no hace falta ahondar aquí en el vacío abisal de su partida sobre el césped- no todo son noticias para frotarse las manos si uno es contable del club. Quizá solo en el plazo inmediato, pues cualquier recorte en los gastos en estos tiempos de grifo cerrado es una bendición. Pero no muy a la larga la marca del Barça pierde a su referencia indiscutible y se resentirá a la hora de negociar contratos con patrocinadores.
De aquella foto del tridente –Messi, Suárez y Neymar- con que los directivos y ejecutivos viajaban por el mundo para extraer petróleo ya no queda nadie (presumiblemente). Y la marca va a ir a la baja. “La proyección universal del Barça cambia mucho con o sin Messi. Cambiará la capacidad de negociación del club. Es indiscutible una repercusión en la parte comercial, que es lo que mejor ha gestionado el Barça en los últimos años”, valora a este diario el economista Josep Maria Gay de Liébana.
El Barcelona ha empezado a renegociar la prórroga con Rakuten, uno de sus acuerdos estrella, con 61 millones al año, porque el vínculo concluye a finales del 2021. Lo mismo con Beko, que paga 19. Mal momento para hacerlo. Si no hubiera suficiente con la pandemia, que obligará a aceptar acuerdos a la baja, se une ahora la ausencia del mejor jugador del mundo. Por suerte, el vínculo con Nike (de 105 a 155 millones, según variables) está atado hasta el 2026.
El valor de mercado
Ninguna de los expertos consultados se atreve a cuantificar o estimar el peso económico de la pérdida del delantero argentino. Es muy difícil de saber, y más en un contexto sin público en el Estadi, ni turistas en las tiendas oficiales de merchandising. Pero en cuanto se recupere la normalidad, resulta difícil de creer que el FC Barcelona mantenga la segunda posición en la lista Forbes de los clubs con más valor de mercado. Cabe esperar, en cambio, que se propulse el valor del Manchester City.
Por ejemplo, es difícil de saber cómo afectará a la venta de entradas. Ir al Camp Nou a ver al Barça y ver a Messi era una peregrinación obligada para muchos turistas. “Afectará al ticketing, la erótica culé se perderá”, apunta Gay de Liébana. O cómo lo hará en el fértil terreno digital, donde el crecimiento ha sido en los últimos tiempos relevante.
Impacto en Barcelona
El impacto se notará de alguna manera en la ciudad de Barcelona y su atractivo mundial, consideran algunos expertos. Messi se había convertido en icono de la ciudad. Y de eso parece consciente la alcaldesa Ada Colau al pedir que “se haga todo lo posible para que no se vaya” y que “causaría tristeza en la ciudad”. Un estudio reciente avala en parte esta declaración. El Barça, según este informe de Price Waterhouse Coopers, contribuye en 1191 millones a la capital catalana, el 1,46% del PIB. Resulta lógico estimar que una parte se debe a Messi. Por esa condición de símbolo global.
Fuente: elperiodico.com España