Frenazo al regreso del público a los estadios y recintos deportivos. El gobierno de Angela Merkel endurecerá las restricciones impuestas a la población para controlar la pandemia de coronavirus. Entre estas medidas, Alemania prolongará la prohibición del público en los campos de fútbol y en otros recintos, al menos hasta el 2021.
Según avanza la agencia AFP, que ha tenido acceso a un proyecto de acuerdo negociado por el Gobierno federal y los 16 landers, las autoridades piensan reforzar los controles para asegurar que los períodos de cuarentena son respetados, bajo amenaza de multa.
Unas medidas que se toman para prevenir un nuevo pico, ya que “en las últimas semanas el número de infecciones de nuevo se ha incrementado”. Actualmente en Alemania se contabilizan 237.936 casos de Covid-19 (1.507 nuevos en las últimas 24 horas) y 9.285 defunciones (+5), según el Instituto Robert Koch.
De este modo, Alemania piensa prolongar hasta final de año la prohibición de público en los recintos deportivos, equipamientos culturales, festivales o ferias, según el proyecto de acuerdo.
Esta prolongación de la prohibición supone un duro golpe a los clubs de fútbol y otras disciplinas, que esperaban poder comenzar la nueva temporada con una obertura parcial de las gradas a los aficionados.
La Liga alemana, en colaboración con la Federación de Fútbol alemana, había presentado el miércoles un proyecto para relajar las restricciones para poder abrir los estadios. Las instancias del fútbol habían propuesto emitir entradas nominales para poder rastrear al público en caso de contagio.
Además del fútbol (la Bundesliga debía comenzar el 18 de septiembre), queda seriamente cuestionado un acontecimiento masivo ya prefijado como la Final Four de la Champions de balonmano, que debería disputarse el 28-29 de diciembre en el Lanxess Arena de Colonia, desplazado desde junio por la crisis del coronavirus. La EHF deberá manifestarse.
El ministro de Interior y de Deportes, el conservador Horst Seehofer, había solicitado un regreso de los aficionados a los recintos deportivos, pero ha quedado ahora en evidencia, al contradecirle la cancellería y los gobiernos regionales. De hecho, su colega el ministro de Sanidad, Jens Spahn, ya rechazó a principios de agosto la idea de un regreso de los espectadores a los estadios de fútbol porque sería “enviar una señal equivocada” a la sociedad.
“La población no entiende que muchas personas se puedan desplazar dentro de un espacio confinado, pero que no sea posible llevar a cabo un partido de fútbol con unos pocos espectadores separados los unos de los otros”, dijo el ministro en el diario Augsburger Allgemeine.
El proyecto de acuerdo entre el Gobierno federal y los landers prevé “excepciones” en aquellas regiones donde la tasa de infección sea baja desde al menos una semana, y “si se asegura que los participantes proceden exclusivamente de esta región o de regiones vecinas” donde la propagación del virus estuviese contenida.
El Gobierno federal alemán y los landers recomiendan a los ciudadanos “mantener lo más bajo posible los contactos”, a limitar las reuniones privadas a un máximo de 25 personas, a respetar la distancia de seguridad mínima de 1,5 metros y a dar preferencia a las reuniones al aire libre.