El portugués marcó doblete pero no fue suficiente
Cristiano Ronaldo no fue suficiente para que la Juventus remontara al Olympique de Lyon. El conjunto francés se adelantó en la primera parte y encarriló la eliminatoria. Con el 1-0 de la ida, el Lyon se sentía superior. Sin embargo, apareció el portugués y le dio la vuelta al encuentro. El último gol necesario no llegó y la Vecchia Signora dice adiós a la Champions.
Un penalti marcado a la Panenka por el holandés Memphis Depay en el minuto 12 terminó siendo decisivo para eliminar a un Juventus falto de chispa en el que, a pesar de eso, Cristiano estuvo a punto de lograr otra gesta como el año pasado contra el Atlético de Madrid en esta misma ronda.
Diez años después de la última vez, el Lyon se plantó en los cuartos de final de la Liga de Campeones y cerró un nuevo fracaso europeo del Juventus, en una competición que no gana desde 1996.
La Juve necesitaba dos goles para pasar el Juventus, pero fue el Lyon quien salió con más personalidad y quien puso el fútbol. El 3-5-2 de Rudi Garcia movió el balón con calidad ante un cuadro turinés asustado y consiguió en el 12 un polémico penalti por una posible falta al francés Houssem Aouar.
El colegiado indicó a Bentancur, cuya intervención era limpia, y el VAR no cambió su decisión. Sin embargo, sí hubo un involuntario toque de Federico Bernardeschi a Aouar. Depay, que se habría perdido este duelo si se hubiese disputado en marzo por lesión de cruzado, no tembló y superó al polaco Szczesny con un perfecto tiro a lo Panenka.
La polémica mató a la Juve
Fue un golpe psicológico tremendo para la Juventus. Durante los veinte minutos siguientes apenas se acercó a la portería rival y fue allí cuando Cristiano lideró la reacción. El luso se acercó a la ventaja con una falta directa despejada por una gran parada del meta francés Anthony Lopes y su equipo consiguió al borde del descanso la oportunidad del empate.
El colegiado alemán Felix Zwayer pitó otro penalti muy dudoso, por un presunto toque con la mano de Depay en el minuto 43 tras una falta lanzada por el bosnio Pjanic. Cristiano marcó el penalti con autoridad y devolvió esperanzas a una Juventus que, sin embargo, seguía sin realizar una prestación suficiente.
El comienzo de la reanudación no fue mejor parra el Juventus. Higuaín seguía sin aparecer en la delantera y también el colombiano Cuadrado, alineado de lateral derecho, cometió errores inusuales. El único en tratar de cambiar el destino del duelo fue Cristiano, que rompió la monotonía del juego de su equipo con un zurdazo tremendo desde los 25 metros que supuso el 2-1 en el minuto 60.
Sarri intentó mezclar las cartas y ayudar al portugués con el argentino Dybala, quien sin embargo todavía no estaba recuperado. La Joya entró en el 72 y fue obligado a pedir el cambio en el 83, visiblemente desesperado. Le sustituyó el canterano Marco Olivieri, que apenas había disputado 27 minutos en esta temporada con el primer equipo.
Los últimos minutos fueron más marcados por el orgullo que por la organización, ante un Lyon que repelía todos los centros colgados en el área de penalti. Tras más de seis minutos de tiempo añadido, el árbitro certificó el pase del Lyon y un nuevo fracaso europeo de la Juventus, que vio prolongar un año más su obsesión europea.
Juventus 2-1 Olympique de Lyon
Juventus: Szczesny; Cuadrado (Danilo, 70'), Bonucci, De Ligt, Alex Sandro; Bentancur, Pjanic (Ramsey, 60'), Rabiot; Bernardeschi (Dybala, 71', sustituido por Olivieri, 84'), Higuaín, Cristiano.
Lyon: Lopes; Denayer (Andersen, 61'), Marcal, Marcelo; Dubois (Tete, 91'), Caqueret, Aouar (Mendes, 91'), Bruno, Cornet; Toko Ekambi (Reine Adelaide, 67'), Depay (Dembelé, 67').
Goles: 0-1, 11' Depay; 1-1, 43' Cristiano Ronaldo; 2-1, 60' Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Feliz Zwayer (Federación Alemana). Amonestó a Bentancur (31') y Cuadrado (44'), de la Juventus, y a Aouar (19'), Dubois (38'), Depay (42'), Lopes (76'), Cornet (79'), Caqueret (87') y Marcal (89'), del Lyon.
Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League disputado en el Juventus Stadium de Turín a puerta cerrada.