Defensor arribó sin casco ni mascarilla
El defensor Gerard Piqué volvió a ser el centro de atención durante la previa del duelo entre el Barcelona y Espanyol con su llegada al Camp Nou en una bici eléctrica.
El jugador azulgrana asustó hasta a los aficionados que había en la entrada del parking del feudo del Barça.
Piqué entró a una alta velocidad al estadio, pero no lo suficiente como para que todos se dieran cuenta de que era él. Desde las redes sociales se vendió como una nueva genialidad de Gerard, pero otros muchos lo vieron como una imprudencia y como una forma más de dar que hablar del defensa.
La realidad es que el jugador no midió los riesgos que tenía esta cuestión. Por muy eco que sea ir en bicicleta, Piqué iba en una bici eléctrica de 10.000 euros e iba a una gran velocidad. No había necesidad de entrar en el Camp Nou así, podía haberlo hecho más despacio sin tanta sensación de peligro. Por si fuera poco, no llevaba casco, aunque dentro del centro urbano de la ciudad no sea obligatorio. Es reglamentario, pero también es recomendable que un jugador de ejemplo con medidas de seguridad vial.
Ya de por sí es un peligro para un jugador de fútbol que va a jugar justo un partido ir en bicicleta. No es lo más apropiado por el hecho de poder sufrir cualquier tipo de lesión si sufre una fatalidad en forma de caída. Ningún equipo médico recomendaría ir en este tipo de vehículo para llegar a un encuentro.
Con la pandemia del coronavirus aún acechando, lo que tampoco llevaba era mascarilla. Cataluña ha decretado que sea obligatorio llevarla desde este viernes, pero, hasta entonces, era una cuestión recomendable sobre todo por el hecho de estar en el mismo marco de un protocolo tan estricto como el de La Liga.