El coronavirus azotó con fuerza a Italia. El país transalpino ha visto como los contagiados crecían día tras día evolucionando hacia unas cifras más que preocupantes que llevaron al Gobierno a tomar la decisión de cerrar el país e imponer medidas de confinamiento a toda la población.
Los equipos de la Serie A también fueron cesando su actividad en función que iban surgiendo positivos en el seno de los clubes. Todo desembocó en la recomendación desde la Federación de cancelar entrenamientos y que las entidades establecieran trabajo individualizado para sus jugadores que pudieran hacer desde sus casas.
Pero alguno ha estado a punto de quedarse sin casa. Christian Eriksen llegó el pasado mercado invernal al Inter. El danés abandonó Londres y el Tottenham Hotspur y, como no tenía aún claro donde vivir, si en el mismo Milán o más cerca de la ciudad deportiva del equipo italiano, se hospedaba en un hotel de la ciudad de Lombardía. Pero, con la crisis del COVID-19, la hostelería clausuró su actividad y el nórdico se quedó sin hogar.
El club reaccionó rápido y le encontró un apartamento para que no se quedase en la calle.
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