Una vez que en el Real Madrid han conseguido que Eden Hazard pase por el quirófano, el siguiente paso es esperar a ver qué dicen los especialistas cuando revisen el estado de la placa de titanio que tiene en el tobillo derecho. Sin ese diagnóstico no se puede ofrecer el tiempo estimado de curación.
Hace falta un veredicto certero y la cirugía es la única vía que garantiza no dar más pasos en falsos. Puede que haya que retirar esa placa, sustituirla por otra o recolocarla. Algo ha fallado en el tratamiento conservador que tuvo el belga y en el que estuvo 83 días de baja.
En el Real Madrid, el asunto es más serio de lo que parece porque no se puede permitir otro error. Eden Hazard está tocado anímicamente. Ha trabajado mucho para tener un papel destacado esta temporada y la desgracia se ha cebado con él. Es la estrella del equipo, el fichaje de los más de 100 millones de euros y entre los planteamientos que hablan de la fecha de su reaparición no se descarta que evite su participación en la Eurocopa. Supondría un golpe para el futbolista y en el club nadie se hace responsable de que no haya funcionado el tratamiento conservador.
El gesto que causó la recaída del futbolista belga, en la derrota contra el Levante, ha sido analizado por los servicios médicos del club para comprender qué falló en el tratamiento conservador. Han sido casi tres meses perdidos. Hazard evitó pasar el quirófano y Zidane se lo tomó con paciencia para tenerlo fresco para el partido contra el Manchester City. Solo ha resistido dos partidos (Celta y Levante). Cayó en el Ciutat de Valencia en una acción fortuita cuando quiso despejar un balón de un taconazo. Es la versión del club. Pero el tobillo no ofreció resistencia. Hay que revisar, sí o sí, la placa de titanio.
Intervenido en una clínica de Dallas
La que le pusieron en la operación que sufrió en 2017 cuando era jugador del Chelsea y sufrió una fractura en un entrenamiento con la Selección de Bélgica. En el Real Madrid se tenía la seguridad de que ese percance no daría más problemas. De hecho, el jugador siguió compitiendo con el equipo londinense y su selección. Se califica como una desgracia la entrada de su compatriota, Meunier, en el partido contra el Paris Saint Germain, disputado el 26 de noviembre en el Bernabéu. Las decisiones que se tomaron generan un debate interno en el club. Empezó mal con una valoración errónea que se refería a una contusión. Generó confusión. Hay quien habría apostado por una cirugía para revisar la colocación de la placa de titanio y otros se decantaron por el tratamiento conservador.
Los resultados dan la razón a los primeros. Lo mejor era la cirugía. El peroné estaba frágil después de tres meses con un plan de recuperación exigente y minucioso. A Hazard le dio tiempo para coger un excelente estado de forma y sentir buenas sensaciones. Volvió a jugar sin dolor y se creía curado. Pero no había las suficientes garantías, como se ha demostrado. Podría haber sido más eficaz el paso por el quirófano para revisar la zona afectada y la placa de titanio. Es lo que van a realizar, este jueves, en la Carrer Clinic de Dallas (Estados Unidos). Una clínica especializada en cirugía ortopédica y medicina deportiva. El belga estará acompañado del jefe de los servicios médicos del Real Madrid, el doctor Niko Mihic, para tomar la solución definitiva: el hueso tiene que estar bien soldado. El diagnóstico dirá si conviene o no sustituir la placa de titanio o tomar otras medidas.
Lo que ha quedado claro es que Hazard no tenía la misma elasticidad y resistencia con el tratamiento conservador. Con la seguridad que da la cirugía hay que restablecer el peroné y conseguir despejar las incógnitas que dejó la acción del taconazo en el Ciutat de Levante. Entonces, se podrá dar un tiempo de baja estimado con todas las precauciones que requiere este tipo de lesión. En el Real Madrid tendrán que ser claros y firmes con el belga. Eden Hazard tiene la esperanza de poder llegar a tiempo a los últimos partidos de la temporada y estar en la Eurocopa. En el club blanco tienen que hacer prevalecer la salud del futbolista y los intereses del club. Puede darse la circunstancia de que le desaconsejen su participación en la Eurocopa, para evitar riesgos, y empezar la pretemporada sin la más mínima duda del buen estado de salud en un futbolista de 29 años.