Josep Maria Orobitg, agente de Pep Guardiola, bromea ante todas esas llamadas de intermediarios que acostumbran a martillear su teléfono móvil, ya sea por el interés de la Juventus, ya sea por el interés del Bayern en volver a reclutar a su representado.
El pasado martes, Orobitg se vio con Guardiola. Ni uno ni otro, pese a que lo podían sospechar, sabían aún que la Cámara Adjudicatoria del Órgano de Control Financiero de la UEFA iba a sancionar al Manchester City con dos años sin jugar la Liga de Campeones, además de 30 millones de euros de multa. Pero el representante, en conversación con EL MUNDO, sigue teniéndolo claro: «Guardiola cumple siempre todos sus contratos. Y el suyo concluye en junio de 2021».
El técnico del City, en cualquier caso, es dueño de su futuro. Según el acuerdo al que llegó en su día con los capataces del club británico, a partir de la tercera temporada Guardiola tiene total libertad para rescindir su vínculo. Así lo confirma Orobitg. El entrenador de Santpedor, vigente campeón de la Premier, cumple su cuarta temporada al frente del City, por lo que este mismo verano, si él quisiera, podría buscar un nuevo destino. No lo cree así su representante. El final de su periplo en Manchester, así, no llegaría hasta 2021, momento en que buscaría otro destino.
LA PLANTILLA. UN ÉXODO MÁS QUE IMPROBABLE DE LAS ESTRELLAS DE LA PRIMERA PLANTILLA DEL CITY
Más allá de la situación del entrenador, el mercado trata de interpretar las consecuencias de la sanción al Manchester City, más allá de lo que pueda resolver el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) a cuenta de las «graves infracciones cometidas» por el club propiedad de Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, miembro de la familia real de Abu Dhabi, después de -según la Cámara Adjudicatoria- «exagerar» sus contratos de patrocinio entre 2012 y 2016. «No se va a ir nadie del City. Los contratos, de los más altos de Europa, atan a los futbolistas», afirma un agente con tres décadas de experiencia. El belga Kevin de Bruyne, que el próximo mes de junio cumplirá 28 años, podría quedar fuera del gran escaparate continental en plena madurez deportiva. Según el diario Times, cuenta con un bonus de 1,2 millones de euros por ganar la Champions y otro por el que cobra el 10% de su salario -estimado en unos 21 millones de euros- por la mera clasificación para la máxima competición continental. Su contrato, firmado en 2018, no expira hasta 2023.
La otra gran joya del equipo, Raheem Sterling, de 25 años, también concluye su contrato en 2023, y cuenta con un salario de unos 18 millones de euros. Aún no ha querido renovar. Mientras que Sergio Agüero, precisamente, acaba su vinculación con el City el 30 de junio 2021. Tendrá 34 años. Aún no ha ganado la Champions.
José Antonio Martín Otín, Petón, consejero delegado de la agencia Bahía y que en la actualidad se desenvuelve como analista de fútbol internacional, coincide con la tesis: «Si eso mismo le pasara al Atlético, el siguiente año quedarían tres. Pero del City no se va a mover nadie porque la economía pesa mucho. Estoy seguro de que no hay un solo contrato en su plantilla que tenga una cláusula que lo invalide por no jugar competición europea. No hay nadie que pueda romper esa vinculación por ese motivo porque al futbolista no le estás privando de su actividad laboral». En la Premier, además, no se incluyen cláusulas de rescisión. «No hay nada que hacer», zanja Petón.
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¿PROCESO DISCRIMINATORIO? LA UEFA, COMO ORGANIZACIÓN PRIVADA, SE BASA EN EL DERECHO CIVIL SUIZO
El Manchester City, tras conocer el pasado viernes la sanción, emitió un duro comunicado: «Se trata de un caso iniciado por la UEFA, procesado por la UEFA y juzgado por la UEFA. Con este proceso discriminatorio ahora finalizado, el club tratará de conseguir un juicio imparcial». «Ese argumento se encargaría de rebatirlo perfectamente el TAS», explica a este diario un reputado profesional del derecho deportivo, que abunda: «La UEFA es una organización de carácter privado, por lo que se guía por el derecho civil suizo. Por tanto, por ahí, difícil. Otra cosa es que pudiera haber algún error en la revisión de las cuentas del City, o que el propio club justifique esos ingresos que la UEFA considera que no son propios de su actividad comercial». Más allá del TAS quedaría la justicia ordinaria. «Teóricamente, todos los laudos pueden ser recurridos ante el Tribunal Federal Supremo de Suiza. Pero las condiciones para revisarlos son muy limitadas. Casi todos los países, además, tienen firmada la Convención de Nueva York, por la que los laudos de los tribunales arbitrales son inmediatamente ejecutados. Eso impide normalmente que se acuda a la justicia ordinaria», señala el mismo abogado.
EL TAS TRES ÁRBITROS, SIN VOTO DE CALIDAD, Y SENTENCIA ANTES DEL COMIENZO DE LA LIGA DE CAMPEONES
Son tres los árbitros que conforman el panel del TAS. Uno propuesto por el City, el otro por la UEFA, y un tercero, que ejerce de presidente, nombrado por la propia administración del TAS. Todos ellos independientes. No hay voto de calidad y la decisión es consensuada. Ese proceso desembocará en una vista oral en Lausana. El laudo debería estar listo antes del sorteo de la Champions. De comenzar la competición sin una sentencia firme y sin el City, el club británico, si ganara la causa, tendría derecho a pedir una indemnización, pero no a ocupar la plaza de otro equipo.
El City también podría pedir la cautelar, que difícilmente será aceptada. Para que le fuera concedida tendrían que darse tres condiciones: apariencia de buen derecho, es decir, que el TAS considere que puede tener razón; que la sentencia cause un daño irreparable al City; y, la tercera, por un simple balance de intereses, si prima más el interés del City por participar en la Champions, o de la UEFA por preservar el fair play financiero.