Después de que su hijo afirmara que sufría depresión y que no quería salir de su casa, el propio Pelé rompió el silencio para llevar tranquilidad. El legendario ex futbolista brasileño afirmó que está bien de ánimo y que mantiene una “agenda atareada”, lo que ha puesto paños fríos a las declaraciones de su hijo Edinho, quien manifestó su preocupación por su padre.
“Gracias por sus oraciones y su preocupación. Estoy bien. Cumpliré 80 años este año. Tengo días buenos y otros malos, eso es normal para una persona de mi edad”, afirmó O Rei en un comunicado.
Sobre su falta de movilidad, que empezaron hace varios años cuando se colocó una prótesis en la cadera, Edson Arantes Do Nascimento dijo que eso no le impide realizar otras actividades. “No evito cumplir compromisos de mi agenda, siempre atareada. Sigo aceptando mis limitaciones físicas de la mejor forma posible, pero pretendo mantener la pelota girando”, agregó en su mensaje, en el que detalla sesiones de fotos, encuentros y otras actividades que tiene previstas, como prueba de que se mantiene activo.
Hace pocos días, en una entrevista con el sitio GloboEsporte, su hijo Edinho había afirmado que el ánimo de su padre estaba muy afectado debido a estos problemas de cadera que le impiden caminar normalmente. “Está bastante frágil en relación a su movilidad. Se hizo un trasplante de cadera y no hizo una rehabilitación adecuada, ideal. Entonces, está con ese problema de movilidad, que termina acarreando una cierta depresión”, comentó.
El hijo del tres veces campeón del mundo (1958, 1962, 1970) había dicho que al tener que, desplazarse asistido con un andador o en silla de ruedas, su padre sentía vergüenza y no quería moverse de su hogar: “No quiere salir, exponerse, estar en la calle, no quiere hacer prácticamente nada que implique salir de casa. Está muy retraído, recluido”.
Pese a esto, parece que Pelé puede llevar una vida medianamente activa. Sus problemas de salud lo han llevado al hospital varias veces en los últimos años, incluso el pasado mes de abril internado en París y luego trasladado a Sao Paulo por un cálculo renal.