Las sensaciones que transmite el FC Barcelona no acaban de convencer, pero hay un futbolista que se está salvando de las críticas: Leo Messi. El argentino es el pulmón del equipo de Quique Setién, y lo ha disputado todo (o casi todo), pese a llevar varias semanas con molestias físicas en el muslo izquierdo.
En los últimos partidos, incluido el del Benito Villamarín en el que dio tres asistencias, se echó varias veces la mano a la zona que le molesta. El vendaje que lleva da buena muestra de que no está del todo cómodo, pero de momento no descansa.
La carga de partidos que acumula el argentino, con 2.190 minutos sobre sus piernas, y la necesidad imperiosa que tiene el equipo sobre él han puesto a Setién en una posición incómoda: o seguir forzando a su capitán o permitirle descansar para que llegue en buen estado para la recta final de la temporada.
Lo que queda claro es que Messi, pese a sus buenas actuaciones, no está jugando al 100% de su rendimiento, toda vez que desde el club no están muy preocupados. Consideran que a estas alturas de año son molestias normales, aunque le tendrán muy vigilado.