Una situación más que curiosa tuvo lugar en un partido de la segunda división de Brasil. En el duelo que Figueirense le ganó a Ponte Preta como visitante por 1-3, el arquero visitante evitó un gol haciendo trampa y pudo engañar a la terna arbitral, que finalmente no convalidó el tanto.
Luego de un remate desde afuera del área de un atacante de Ponte Preta, la pelota pegó en el travesaño, picó en la línea de meta y se disponía a meterse dentro del arco. Sin embargo, el guardameta de Figueirense, quien se encontraba vencido a un costado de su portería, atravesó la red con su mano, golpeó el balón para alejarlo de la meta y un defensor llegó para despejar y mandar el balón al córner.
Todos los jugadores de Ponte Preta le exigieron al árbitro del partido que cobre el gol, pero para sorpresa de todos, el réferi sólo atinó a marcar el tiro de esquina.
