El empresario mexicano, Mauricio García de la Vega, compro el Roda de Holanda, pero su travesía no ha sido la más idónea y en poco tiempo se ha ganado el odio de la afición.
García de la Vega fue representante de Alan Pulido y que terminó peleado con demandas de por medio por varios de sus ex jugadores, ahora se ha ganado el repudio de la afición del Roda Kerkrade, último club que extrañamente adquirió a pesar de que antes había comprado al Real Murcia, donde también se ganó el odio de muchos.
El pasado sábado la afición lo fue a encarar a su palco, fue sacado casi a empujones del estadio y la seguridad del inmueble ni siquiera lo defendió. Todo lo contrario, lo acompañaron a la salida, con la gente enfurecida por los malos resultados del Roda y la falta de cumplimiento a sus promesas.
Mauricio García de la Vega prometió invertir millones, como lo hizo en Murcia, pero nada de nada. La crisis económica que pasa el club holandés es tal que los empleados administrativos no se presentaron a trabajar el pasado lunes y el empresario intentó explicar la situación al decir que todos estaban enfermos.
A pesar de que el mexicano actúa como el dueño del Roda, la Federación Holandesa aún no ha dado el visto bueno como dueño. Y mientras los problemas se le incrementan en Holanda, en España mantiene un litigio, ya que él asegura seguir siendo propietario del Real Murcia.