Hace un año, Arsene Wenger, tras 22 años consecutivos dirigiendo al Arsenal , se marchaba del conjunto 'gunner' para ser sustituido por el español Unai Emery, procedente del París Saint-Germain y que cumple su segunda temporada en Londres.
Wenger, que desde entonces no ha vuelto a entrenar, ha declarado estar "desesperado" por regresar a la disciplina de un club y volver a ser el líder de un proyecto, como afirmó a BeIN Sports. "No puedo vivir con el hecho de que nunca volveré a estar en el banco".
El francés comentó que tiene dificultades a la hora de asumir que hay una posibilidad de que nunca más vuelva a entrenar un equipo. Además, sostuvo que está mucho más "desconectado" de lo que parece de la escuadra a la que entrenó durante más de dos décadas y con la que ganó prácticamente todo.
"Podría optar por una posición intermedia. Me gustaría experimentar una vez más la intensidad de una competencia", analizó un técnico que extraña el fútbol y que reconoce que quiere volver a la carga, sentir una vez más la competencia y la intensidad que trae consigo este trabajo.
"Nunca sentí que podría vivir sin el Arsenal, desconectado del club. Tuve que tomar una distancia siendo positivo", añadió el ahora comentarista en televisión, que sigue esperando una nueva oportunidad, a pesar de que admitió que quería regresar a los entrenamientos en el pasado mes de enero.
"Estoy desesperado por volver a un banquillo. A veces puedes volverte un poco amargado porque ya no tienes la misma emoción y estoy muy feliz de haber sobrevivido de una manera muy positiva. Estoy feliz de haberme desconectado y haber evolucionado desde la distancia", concluyó Wenger.