Xavi Hernández dejó una curiosa imagen en su debut oficial como entrenador. El histórico de Barcelona, ahora estratega del Al-Sadd de Qatar, dirigió su primer partido por los octavos de final de la Champions asiática y a su equipo no le cobraron un penal.
Tras ver la mano en el área del equipo rival sin que fuera sancionada con la pena máxima, el español se volvió loco, pateó una botella y terminó revoleando su zapato. El resultado final fue 1-1 y el pase a cuartos se definirá el próximo martes, cuando el elenco de Xavi haga de local.