Darío Benedetto es jerarquía pura. El delantero de Boca, que lleva la histórica numero 9 en su espalda, no atraviesa su mejor momento pero volvió a reencontrarse con el gol y fue clave para que su equipo no caiga derrotado en Colombia.
Si tomamos las estadísticas, los números de Pipa son extraordinarios: anotó 45 goles en 70 partidos oficiales y tiene el promedio más alto (0,64) después del retiro de Martín Palermo, máximo goleador de la historia Xeneize. En lo que respecta a competencias internacionales, el saldo también es positivo: en la Copa Libertadores marcó 8 tantos en 13 encuentros.
Benedetto no solo aporta festejos sino también ayuda a construirlos: en Ibagué asistió a Zárate y le dio el pase a Nández que derivó en la jugada del penal. Con su juego fino y exquisito, que a veces se confunde con displicencia, ayuda a sus compañeros y se convierte en una herramienta vital para el ataque.
Gustavo Alfaro lo banca, le da la cinta de capitán cuando no está Carlos Tevez y confía en que se quedará hasta diciembre para pelear todos los objetivos del 2019. Por ahora, hay Pipa para rato en la Ribera.
