El tercer arquero del Chelsea cuenta su experiencia con ese rol
La vida del tercer portero no es fácil. Entrena toda la semana, pero rara vez juega. Ellos saben que sólo serán opción si alguien se lesiona ... Algunos asumen ese papel toda la vida, otros lo hacen al final de su carrera. Es el caso de Robert Green, portero del Chelsea, que a los 39 años viste la piel de tercera elección.
El jugador, que fue internacional con Inglaterra, contó a la BBC cómo es la vida de tercer portero. "No es algo que algún día me imaginara que me pasaría, nunca pensé -un día voy a ser el tercer portero, pero las cosas van cambiando a lo largo de nuestra carrera ..."
Green llegó al Chelsea en 2018, a los 38 años, después de dejar el Huddersfield, donde también era la tercera elección. "Alguien me contactó y me preguntó si quería firmar por el Chelsea, mi pregunta no fue "por cuánto", por supuesto que somos profesionales, este es mi trabajo, es lo que alimenta a mi familia", explica el jugador, añadiendo que la posibilidad de firmar por un club como el Chelsea también le pareció emocionante desde el punto de vista profesional. "Quería estar en un club superior de la Premier League y he aprendido mucho esta temporada", relató.
Suplente de Kepa Arrizabalaga y Willy Caballero, el portero todavía no jugó en encuentros oficiales. "Mi implicación no ha sido lo que más deseaba, pero sé cuáles son las reglas del juego, si todo el mundo está físicamente apto, éste es mi papel, no puedo quejarme".
El trabajo diario
Él tiene la misión de mantener la moral de los compañeros a la altura. Contrariamente a otros guardias que son la tercera opción, ya él fue número 1 en algún momento. "Hay mucho trabajo táctico antes de los partidos, yo entreno más como adversario que como portero del Chelsea ".
Pero la motivación para el juego del fin de semana es diferente. "No existe, tienes que encontrar otros instrumentos para mantenerte motivado, además de los juegos. Nadie se preocupa por el estado mental de un tipo que no va a jugar. Físicamente estoy en forma, entrenamiento todos los días, pero no tengo 21 años, tengo 39", explicó.
¿Y en los días de los juegos? Green es convocado para todos los encuentros. "Voy a todos los juegos, hago toda la preparación para el partido, caliento, ayudo en lo que se necesita, ya sea a coger pelotas, a defender remates o a hacer centros. Después, cuando mis compañeros se preparan para ir al campo, guardo la ropa, busco una taza de té y voy a la gradería.
"Por supuesto que me siento desilusionado si el equipo pierde y me siento feliz si ganamos, pero no estoy allí, siento que soy parte de eso", concluyó.