El técnico argentino, Jorge Sampaoli, asumió el desafío de dirigir en Brasil a un grande como Santos. El estratega dejó atrás su corto paso con la selección de su país y busca triunfar en un futbol muy competitivo.
Bryan Ruiz, volante costarricense, es ficha del Santos pero no juega. El jugador no ha sido tomado en cuenta por el entrenador y busca una salida del equipo.
El diario La Nación de Argentina presentó la siguiente nota sobre Sampaoli
Parece que una de las frases que Jorge Sampaoli lleva tatuada en el brazo izquierdo se convirtió en su leitmotiv por estos días. "No escucho y sigo." reza la canción de Callejeros, una de sus bandas de cabecera. Las playas de Santos y el centro de entrenamiento del Peixe parecen haberse convertido en su búnker, donde el casildense le da rienda suelta a sus pasiones y comienza adquirir otras nuevas, como el tenis de playa y el futevolei. Así, se quita el veneno de los dardos que le llovieron durante el último Mundial con la Argentina y, ajeno a la desconfianza de la prensa brasileña en el inicio de su mandato, comienza a darle forma a Santos.
No escucha y sigue. Se rehúsa a dar entrevistas particulares, pero casi nunca niega un autógrafo o una foto cuando algún fanático se lo encuentra practicando deportes playeros en el Canal 3, uno de los puntos más populares del litoral santista. "Está fascinado con la playa", contó un allegado al DT, que un par de semanas atrás abandonó el hotel donde se hospedaba, en el balneario de Gonzaga, para instalarse en un cómodo departamento.
En el vestuario, Sampaoli también parece tener aristas que no son propias del día a día del fútbol brasileño. Tras criticar a Vanderlei, arquero y referente del equipo, el DT reunió a todos sus jugadores para pedir disculpas con testigos. Además, una arenga del santafesino antes del clásico frente a San Pablo se convirtió en furor en las redes sociales. "Tenemos que jugar por esta gente, que se gastó los ahorros para venir a verlos a ustedes, jueguen por ellos", gritaba.
Días después del hasta ahora más resonante triunfo de Sampaoli en Brasil, la dirigencia le concedió un deseo. No fue precisamente un refuerzo sino un asado de confraternización, un encuentro que el técnico evaluó como "fundamental" para unir a un grupo que quiere pelear en varios frentes.
Quienes lo acompañan en el día a día dicen que el DT casi no duerme. No lo hace en las concentraciones, apenas si descansa en casa y tampoco pega un ojo durante los viajes. "Me vi casi toda la programación de Netflix", le dijo días atrás a un integrante de su cuerpo técnico, tras un largo viaje a Piauí, en el nordeste brasileño. Su serie por estos días es Trotsky, que cuenta la vida de uno de los líderes de la Revolución de Octubre de 1917, en Rusia.
En casa, además de series, Sampaoli consume la variada programación deportiva que ofrecen los canales especializados brasileños. Vive solo, su novia sigue en Chile y sus hijos en la Argentina. Estudia la posibilidad de ir poblando el amplio departamento en el que vive, y los primeros en llegar podrían ser sus perros.
Mientras tanto, además de su fama de "personaje playero" y "adicto al trabajo", quienes conviven con el DT dicen que es obsesivo con el gimnasio. Siempre que su agenda se lo permite se ejercita, aunque sea una hora. Corre, cuando puede. Usa las máquinas, por momentos, mientras aprovecha para leer. Eso, cuando no se irrita por un punto perdido en algún deporte playero.
En Santos están esperanzados con una historia que por ahora camina a paso firme. Se habla de la "Revolución Sampaoli", confían en el casildense como el entrenador que llevará nuevamente al Peixe a tiro de los títulos y, sobre todo, pondrá en la cancha a un equipo acorde con la historia del club que siempre tuvo como prioridad el ataque, desde antes de Pelé. "Sienta en la piel esa intensidad", decía la promoción de la camiseta de entrenamiento de Sampaoli, que se vende en las tiendas de Santos y San Pablo, con el nombre del DT bordado. El tiempo dirá hacia dónde van juntos, club y entrenador, con esa forma frenética de vivir el día a día.
Sin documentos
Tras el último congreso técnico de la Confederación Brasileña de Fútbol, donde se evaluaron los perfiles de los técnicos que estarán en el comienzo del Campeonato Brasileño, se dio a conocer que Cuca, nuevo DT de San Pablo, y Sampaoli, son los únicos entrenadores que no tienen la licencia requerida para dirigir equipos de primera división. Sin embargo, ambos recibirán un permiso especial: Cuca no pudo hacer el curso por problemas de salud y Sampaoli llegó desde el exterior, sin tiempo para matricularse.
Otro clásico a la vista
El Santos de Sampaoli disputará un nuevo clásico por el Campeonato Paulista, este sábado ante Palmeiras, en el estadio Allianz Parque. Pensando en el partido de vuelta de la Copa Sudamericana, como local ante River, de Uruguay, el DT argentino alineará un equipo mixto, en el cual podría destacarse la presencia del peruano Cueva desde el inicio.
Fuente: Diario La Nación Argentina