El alemán Mesut Özil ha pasado de ser la piedra angular del proyecto del Arsenal a un lastre, un elemento que el combinado del Emirates Stadium quiere quitarse de encima. Porque a sus 30 años tiene un elevado salario, fruto de su última renovación, y no está siendo nada decisivo como antaño.
Apenas 4 goles en 18 encuentros de la presente temporada. No fue ni convocado para el partido del pasado jueves ante el BATE Borisov de la Europa League. Y cada vez ha tenido menos protagonismo en las alineaciones de un Unai Emery que parece haber perdido la paciencia definitivamente.
El germano ha entrado en barrena, ha acabado con la paciencia de su entrenador y del club, que según afirman medios como As busca una salida para él. Si es posible una venta hacia China antes de que acabe el mes, o bien otra solución que no lastre su economía porque la ley salarial afecta a este equipo y le ha impedido fichar en enero y además podría reducir sus opciones de reforzarse en verano.
Mientras tanto, el teutón ha respondido a todo ello en Twitter parafraseando a una leyenda de la entidad como Dennis Bergkamp: «Cuando empiezas a apoyar a un club de fútbol, no lo apoyas por los trofeos, los jugadores o la historia, lo apoyas porque lo encontraste. En algún lugar allí; encontré un lugar al que perteneces».
