De nada sirvieron los documentos Boca Juniors presentó ante la Conmebol para tratar de ganar los puntos de la fallida revancha de la Superfinal de la Copa Libertadores ante River Plate.
El Tribunal de Disciplina del organismo no hizo lugar al reclamo del club Xeneize y el campeón se definirá en la cancha del Real Madrid el domingo 9 de diciembre con ambas aficiones.
River deberá pagar una multa de 400 mil dólares por no garantizar la seguridad del equipo rival. Además, jugará sin público como local durante dos partidos internacionales a partir de 2019.
Pero la dirigencia del club azul y oro no quedó conforme con esta decisión, y emitió un comunicado confirmando que apelará esta medida. "Boca no comparte los argumentos y los considera claramente contrarios a los reglamentos y precedentes jurisprudencias", dice el texto emitido por la institución.
Además, el club insiste que "no cabe otra sanción que la solicitada en nuestras presentaciones". Es decir, la descalificación del Millonario de la Copa.
"El principal objetivo de Boca Junior es que se cumpla debidamente el reglamento de Conmebol (...) considerando la gravedad de las conductas y el carácter reincidente del club organizador del evento", continúa el texto. Una vez más, el Xeneize trata a River como un equipo que ya infringió las leyes, en línea con su dura postura de ir por todo.
El comunicado cierra con un fuerte y contundente mensaje, ya que ratifica que "agotará todas las vías jurisdiccionales". ¿Qué significa esto? Que se presentará en la cancha del Real Madrid el domingo 9 de diciembre para disputar la final, pero que si el Tribunal de Apelaciones falla igual que en primera instancia y Boca pierde la final, acudirá al TAS para resolver esta situación en la que se siente perjudicado.
