Luego de que el partido entre River Plate y Boca Juniors se suspendiera en dos ocasiones por los problemas provocados por algunos aficionados locales, las consecuencias económicas empezaron a llegar para el organizador.
El sábado anterior el bus de Boca Juniors fue atacado por fanáticos de River Plate, provocando lesiones a algunos de los jugadores visitantes.
Según detalla el diario Perfil la doble suspensión del juego le costo cerca de 300 millones de colones a River Plate y en total la venta de entradas recaudó $2,6 millones.
Con estos detalles River Plate sin haber jugado el partido tiene una pérdida del 31% de lo recaudado, únicamente por abrir el estadio.