Un tenso momento se vivió en la victoria 3-1 del Manchester City frente al Machester United: cuando quedaban sólo segundos para que el árbitro culminase el compromiso, el delantero inglés, Raheem Sterling, frenó el balón y se burló con una serie de amagues de Alexis Sánchez y Marouane Fellaini, quienes seguían de cerca la jugada.
La acción desató revuelo de inmediato en los hinchas, que manifestaron su repudio por el gesto del ariete cuando el partido estaba prácticamente sentenciado a favor de los Cityzens.
No obstante, la reacción que más llamó la atención fue la de su director técnico Josep Guardiola; el estratega español corrió hacia el jugador y lo recriminó en duros términos. Sterling, por su parte, intentó justificarse, aunque sin mucho éxito, por lo que finalmente cedió y abrazó a su DT.